Me mostré serena ante las palabras de Isa, pero la verdad en el fondo estaba muy nerviosa sobre lo que quería decirme. Isabela volteó a todos lados para comprobar qué no hubiera nadie viéndonos y después tomó mi mano y me guió a su cuarto, una vez dentro cerró la puerta y se sentó recargando su espalda en ésta. Su rostro tenía una expresión entre preocupación y tristeza. Luego de unos segundos de silencio finalmente hablé.
-- Florecilla ¿Está todo bien? Estás muy rara...
Pude ver como sus ojos se tornaban cristalinos. Me acerqué a ella y me puse de rodillas a su lado.
-- ¿Qué pasa cariño? -dije con voz suave- ¿Qué es lo que te preocupa?
Fue ahí cuándo ella finalmente llegó a su punto de quiebre. Isa comenzó a llorar, primero suavemente y después más y más, varias lágrimas salían de sus ojos. Me partía el corazón verla así, la abracé y acaricié su cabello para tranquilizarla, pude notar como su agitada respiración volvía a calmarse y finalmente se separó de mí secando sus lágrimas.
-- ¿Te sientes mejor, florecilla? -asintió- bien... Ahora qué estas calmada ¿Me dirás lo que te ocurre? ¿O prefieres que solo te abrace?
-- No... -ahora ella habló- debo decirte esto, es importante que te diga esto... Aunque sea difícil.
-- Está bien...
Me quedé esperando su respuesta, ella suspiró y finalmente me dijo lo que le pasaba.
-- Yo... Cómo sabes soy la mayor, y también soy de quién más esperan. Toda mi familia, pero en especial la abuela, esperan que mi futuro sea brillante y perfecto, y por eso... -abrazó sus rodillas, unas cuantas lágrimas salían de su rostro- por eso... -su voz comenzó a quebrarse- voy a casarme con Mariano Guzmán, el chico que bailaba conmigo en la fiesta.
Después de decir esto comenzó a llorar de nuevo. Yo solo me quedé en shock, pero no podía quebrarme ahora, mi novia me necesitaba. La abracé y acaricié su cabello de nuevo, mientras le daba uno que otro beso en la cabeza, estaba esforzándome para no llorar yo también. Después de unos minutos en silencio, que sólo era roto por los sollozos de Isabela suspiré y finalmente hablé.
-- ¿Entonces te casarás con Mariano Guzmán?
-- Ajá...
-- Pero no es lo que tu quieres ¿cierto?
-- Sabes perfectamente que no...
-- Entonces ¿Qué es lo que quieres? ¿Qué es lo que anhela tu corazón?
Isabela se puso frente a mí, a escasos centímetros de mi rostro, junto su frente a la mis y cerró los ojos, después, en un susurro, dijo.
-- Solo quiero estar contigo... Siempre...
Tomé su rostro con ambas manos separándolo un poco y le di un beso en los labios, uno suave y dulce, esperando que sirviera para tranquilizarla (lo cual resultó). Nos separamos después de unos segundos y la miré directamente a sus hermosos ojos marrones, llenos de lágrimas.
-- Te prometo... -la abracé- te prometo que estaré contigo siempre, no importa si debo cruzar ríos o mares con tal de estar a tu lado. La vida te puso en mi camino y ahora no puedo darme el lujo de renunciar a tí... Por que te amo con todo mi ser...
Pude escuchar como dejó de llorar y sentí como correspondía a mi abrazo, acaricié su espalda para calmarla y después nos separamos. Me puse de pie y le dí la mano para ayudarla a levantarse.
-- Deberíamos volver a la fiesta... -dije con tristeza y pesadez, mientras tomaba sus manos- todos se preguntarán donde estás... Y... -suspiré- tu prometido también...
-- Agh... Lo sé... Pero...
-- ¿Pero?
-- En este momento, solo quiero estar aquí contigo, no quiero ver a nadie ahora ¿podemos quedarnos?
-- Claro...
Isabela comenzó a llevarme hasta su cama y una vez ahí se sentó, después indicó que me sentara a su lado y eso hice. Isabela puso su cabeza sobre mi hombro y yo tomé sus manos.
-- No quiero perderte... -dijo- eres la persona a la que más quiero en este mundo y no quiero que nada ni nadie te aparte de mi lado...
-- Yo tampoco... -suspiré- ¿ya no pensemos mas en cosas tristes de acuerdo? Ven, durmamos juntas.
-- ¿Qué?
-- Lo que oíste, florecilla -empecé a hacer a un lado las cobijas- esta noche, quiero que duermas a mi lado, así podré abrazarte y consolarte.
Comencé a quitarme los zapatos y mi vestido, arrojándolos a un lado de la cama, quedando solo con ropa interior.
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-- Bien -dije con una sonrisa- ve a ponerte tu pijama y yo te espero aquí.
-- ¿Ok...? -comenzó a caminar hacia otra esquina del cuarto, pero se detuvo- un segundo ¿Qué le dirás mañana a tu mamá?
-- Ya veré que le invento -mierda, no había pensado en eso...- mientras no quiera pegarme con la chancla o partirme la escoba en la cabeza todo bien.
Por mi comentario Isabela comenzó a reír.
-- Así es como me gusta verte.
-- ¿Cómo?
-- Sonriendo...
Una sonrojada Isabela se dió la vuelta y se fue, después de unos minutos regresó son su pijama puesta y se metió a la cama, la abracé y se quedó dormida, yo tardé un poco más en dormirme, recordando como fue que conocí a aquella chica que amaba con él alma.
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. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . *revive épicamente* HOLAAA! Cuánto tiempo me fui? No recuerdo... En fin xD espero q les haya gustado el ✨drama✨ espero tener pronto la siguiente parte, pq me ha faltado la inspiración estos días y la próxima semana entro a clases presenciales así que... Si
Dato curioso q nadie pidió: Mientras escribía este cap me puse a escuchar Dos oruguitas para mayor inspiración :'D
En el siguiente capítulo pondré un poco de la historia de Isabela y T/N, no daré todos los detalles de su relación como tal pero si de cómo se conocieron.
