Como recomendación, leer el capítulo con la canción de fondo. <3
Llegamos al jardín que está en la parte trasera del edificio de secundaria que casi nadie utilizaba, pero por lo que escuché era que los estudiantes tenían prohibido ir allí ya que hacían cosas indebidas con los estudiantes de bachiller. El lugar era muy bonito y más la naturaleza cual rodeaba el pequeño jardín; y aquí es donde entra mi curiosidad.
¿En verdad podemos estar aquí?
¿Que hacemos aquí?
Y ¿qué mierda era eso del supuesto castigo que dijo chris?
—Y bien— ya estando en tierra y recostada en un árbol, decidí hablar primero —¿se puede saber que hacemos acá?
Luego de minutos sin responder suspiré ya cansada, no pensaba insistirle nada más ya si quería hablar, que lo hiciera de una buena vez. Sus ojos de un color bonito de miel se encontraron con los míos y nos miramos otros minutos más, sentía la duda en sus ojos pero también... ¿Dolor?
Fue acortando la distancia entre nosotros hasta que supe que era lo que pretendía hacer; su aliento golpeaba mi rostro y sinceramente no me quejaba por ello. Beso mi mejilla y eso me dejó desconcertada, siguió bajando hasta llegar al lóbulo de mi oreja y sentí mi cuerpo estremecer. Sus manos se posicionaron en mi cintura y sin poder evitarlo enrolle mis brazos en su cuello para sentirlo más cerca de mi, sus manos daban ligeros apretones cuando mordía suavemente.
Sabía que lo que hacíamos y donde lo hacíamos estaba incorrecto, ni siquiera debía hablarle luego de lo que pasó hace unas semanas pero hay que admitirlo, yo perdía todo el control de mi cuando estaba con el y su cercanía de ésta manera me ponía más en desventaja.
Deslice mis manos a su ahora, cabello blanco, el cual estaba más lacio de lo normal y se sentía muy rico acariciar. Sus besos fueron bajando y mi respiración ya era todo un desastre el cual no pretendía controlar, el quería provocarme, y yo le daría lo que él pedía.
Succionó la piel para luego darle un mordisco, eso me hizo soltar un jadeo que al segundo de hacerlo christopher me presionó contra el tronco del árbol sintiendo por completo su cuerpo. Joder, éste tío debe parar antes de que pierda mis conocimientos y pida más.
Su rostro salió de mi cuello para luego mirarme a los ojos. —Pídeme que te bese— susurró muy bajito pero le escuché claro.
Iba a hacerme la difícil y negarme pero todo se descontrolo cuando sentí su mano derecha apretar mi glúteo con un poco de fuerza. —Pídeme que te puto bese— estaba siendo rudo y sentía que las mariposas de mi estómago iban a morir por tanto en tan poco tiempo de asimilar.
Al no responder, christopher tomó acción y bajo las manos hasta la parte trasera de mis muslos para levantarme y al no sentir el contacto del pasto inconscientemente rodee su cintura con mis piernas, su cuerpo se fue inclinando hasta sentir mi espalda sobre el bien podado pasto.
—Yo sé que lo deseas tanto como yo— su voz se tornó tan rasposa y gruesa que mi parte íntima se mojó aún más de lo que ya estaba.
No estaba consciente de la posición en la que justamente estábamos ahora —en realidad no estaba consciente de nada—, hasta que su cuerpo se presionó aún más contra el mío y podía sentir a la perfección su sona contra la mía, encajaba tan perfecto que podía sentir como se acoplaba a nuestra posición. Ahora si que pude sentirlo por completo como lo habría imaginado en otro momento.
Su pelvis hacía movimientos lentos haciéndome morder el labio para no soltar ningún tipo de ruido, estaba sintiendo toda clase de sensaciones nuevas que ni siquiera sabía que una persona podía sentir y no pude más, solté un gemido sobre los labios de chris quien sonrió luego de ésto, hizo un movimiento extraño que me hizo sentir un fuerte cosquilleo en mi parte íntima, arquee mi espalda al sentir su aliento en mi cuello, su lengua comenzó a jugar sobre esa sona y ya no podía más me estuve controlando demasiado.
—Bésame chris, hazlo por favor— sentí su sonrisa sobre mi piel.
Al instante comenzó a devorar mis labios con la desesperación clara, su mano derecha comenzó hacer leves caricias en mi muslo mientras sentía como subía su mano por debajo de mi falda de cuadros.
Sus labios exigían más de mí sentía que me estaba quedando sin aliento y por desgracia tuve que romper el beso, pero el continuó bajando mientras trataba de recuperar un poco de aire.
—Me estás volviendo loco, ángeles— se sentía delicioso sus labios moverse contra mí piel mientras hablaba —nunca había deseado tanto a alguien como te estoy deseando ahora— su mano apretó con fuerza mi muslo —oh ángeles, quiero que seas mi perdición por toda la eternidad.
No podía hablar, me era imposible articular alguna palabra pero al parecer eso no pareció molestarle a christopher, así que cuando sentí mis pulmones bien llenos atraje su rostro al mío para seguir besando sus labios.
Sentí su otra mano meterse bajo mi falda y una voz en mi cabeza apareció de la nada atrayendome a la realidad de lo que estaba a punto de pasar. Debajo de mi falda solo llevaba puesto un pequeño licra de color blanco y mis bragas; no quería dañar el momento que estábamos teniendo pero creo que era el momento necesario para detener esto antes de que alguno de los dos se arrepienta al final.
—Chris...— al intentar hablar lo que hice fue soltarlo como gemido y encenderlo más. Separó un poco sus labios de los míos.
—Se que tengo que parar, no te preocupes, ya se cuales son mis límites— y sin más dejo un corto beso en mis labios.
Me ayudó a levantarme quedando sentada a horcajadas sobre el mientras sostenía mis caderas volvió a besarme pero esta vez con más suavidad y dulzura.
—Como recomendación me iría a casa— sonrió con malicia.
—¿Porque?— pude hablar al fin.
—Te ves toda acalorada y tus labios...— los miró fijamente —están un poco hinchados.
—Esto es tu culpa— rodé los ojos.
—Y me siento más que feliz— sonrió mientras acercaba su rostro al mío para besarme nuevamente.
ESTÁS LEYENDO
✨Vida✨
FanfictionPor ti daría mi vida. {C.V.} -"Dios le da guerras más difíciles a sus mejores guerreros"- Ángeles se repetía con dolor en el pecho. Tan niña y tan fuerte, tan joven y con un corazón tan roto. Siempre llega alguien cuando estamos en el borde del co...