Estoy tratando de concentrarme y no puedo, mi editora me pidió que hiciera una novela erótica por ordenes de mi nuevo jefe y al no tener experiencias me esta costando mucho trabajo. Tengo 3 meses para terminarla y ni siquiera la he empezado, solo espero que no me pida una historia de sadomasoquismo porque ahí si tendré que terminar con mi carrera como escritora ya que no tengo ni la menor idea de eso.
Soy escritora y me dedico en su mayoría a escribir romance, de ese que te hace soñar y creer que existe el amor, por suerte mis últimos libros han tenido mucho éxito, pero hace unos meses la editorial para la que trabajo cambio de dueño y al parecer a este hombre no le interesa mucho el romanticismo convencional. Según sus propias palabras, el publico prefiere el erotismo, al romance de ensueño, por esa razón estoy aquí tratando de escribir algo menos cursi, pero definitivamente no se me ocurre nada.
Tengo mi computadora encendida mientras trato de concentrarme, incluso he visto algunas paginas para aprender un poco, pero todo me aparece demasiado grotesco, no me convence del todo, de pronto suena mi teléfono y pego un brindo del susto, al revisarlo veo que es mi hermano
- Hola mi ratoncita de biblioteca
Pongo los ojos en blanco, mi hermano es mayor que yo, tiene 30 años y es soldado, nos vemos muy poco pero siempre me ha sobreprotegido, incluso ahora que tengo 24 años sigue haciéndolo.
- Hola Elliot ¿Cómo estás?
- Vaya, yo saludándote muy emocionado Amber Spencer y tu me matas mi alegría con un seco, hola Elliot -dice imitando mi voz por lo que sonrió.
- Lo siento, tengo una historia pendiente y me esta costando mucho trabajo, me siento un poco abrumada.
- Para mi hermanita no hay nada imposible.
Ya me enteré que vas a recibir un premio por una de tus últimas obras.
- Si, estoy muy emocionada.
- Me alegro, te mereces eso y mas
- Gracias.
- ¿has ido a ver a mamá?
- Si fui el fin de semana, estaba muy bien, de hecho, muy contenta.
- Qué bueno
- ¿Tienes fecha para regresar?
- Yo creo que regresare en unos meses, pero no estoy seguro, ahora te llamo para otra cosa, necesito pedirte un favor.
- Claro Elliot ¿en qué puedo ayudarte?
- ¿Te acuerdas de mi mejor amigo Kenneth?
Por Dios como olvidar, si cada vez que iba a nuestra casa yo corría a esconderme porque me intimidaba un poco.
- ¿Amber?
- Si Elliot, caro que lo recuerdo.
- Pues resulta que tuvo una herida algo grave en una pierna y es muy probable que se de baja.
- Lo siento mucho.
- Bueno, el favor que te quiero pedir es que lo dejes quedarse un tiempo en tu apartamento, no conoce a nadie ahí en Atlanta y sería difícil que este viajando diario desde su casa para ir al hospital, además al parecer tiene una oportunidad muy buena para trabajar en la ciudad, cuando esté completamente recuperado.
Me quedo pensando por un momento, no sé si podría acostumbrarme a vivir con alguien y mucho menos con Kenneth.
- Amber solo será un tiempo, además trabajará la mayor parte del día.
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Enséñame, a querer!
RomanceAmber es una escritora que le encanta la idea de un amor perfecto, pero la vida la lleva a convivir con el mejor amigo de su hermano Elliot, quien luego de un accidente en la guerra tiene que regresar para recuperarse. Tras deber cumplir un desafío...