La Historia del Naranjo

Creen en las leyendas, yo personalmente "NO", son basura inventada por viejos para dar vida algún lugar, pero que pasaría si la vida se encargara de demostrar todo lo contrario. Qué sentirían si les cuento sobre una cálida tarde, un bello atardecer y un hermoso prado...se lo que dirán, pero este no es un cuento de hadas, esta historia fue la bella y terrorífica tarde del 31 de octubre de 1992.

Desde el pórtico de la casa se divisa el frondoso naranjo que adorna mi propiedad, hoy como hace 25 años, espero lo inminente...el primer fruto.

-"Que haces".

-"Me preparo".

Fueron las últimas palabras que escuche aquel lejano día. Hoy todo parecía ser más bello de lo normal, el sol brillaba, las aves cantaban y la alegría era contagiosa, hoy celebraríamos que aquel naranjo daría su primer fruto, jamás imagine lo que realmente pasaría.

-"Es hora".

-"Lo sé".

Frente aquel árbol tome su único fruto y todo empezó, el aire dejo de sentirse, el sol se ocultó y gritos ensordecedores invadían aquel lugar, mis manos humedecidas por la sangre dejaron caer aquel fruto, corrí hacia la casa, el pánico me invadió al ver tan macabro paraje. Lo que hace un momento era alegría y calidez hogareña, ahora era horror al ver la cabeza decapitada de mi madre mostrándome sus últimos momentos de terror, eso era solo el principio, pues tan horrible paisaje se abría camino, llamaba a gritos a alguien, sin obtener respuesta, en la sala los cuerpos desmembrados de mis sobrinos estaban esparcidos, mi padre crucificado a la pared boca abajo con los intestinos al aire bañaban su cuerpo, trataba de pedir "ayuda", al bajarlo dejo de respirar; entre lágrimas veía la masacre que había sucedido.

-"Por qué lloras".

-"Por lo que antaño paso".

Escuche pisadas en la parte de arriba, con valor subí despacio sintiendo alguien observarme, al llegar al segundo piso el escenario era aún peor; mi hermano quemado con los ojos y la boca cocida, extraños símbolos adornaban su chamuscado cuerpo, las paredes cubiertas por el hollín del humo y su carne pegada al suelo.

-"Por qué lo haces".

-"Es necesario".

El olor putrefacto se sintió y un escalofrío recorrió mi espalda, al darme vuelta para enfrentar a quien me vigilaba, la luz se apagó, un rugido retumbo en todo el lugar, hasta calar con temor mis huesos, gire a mi derecha solo para encontrarme unos ojos amarillos mirarme fijamente, a la vez que una sonrisa tétrica y maniática se dibujaba, me tomo con sus filosas garras, su tacto me quemaba, en medio del forcejeo araño mi abdomen, carcajeándose me soltó, lo escuche correr y al incorporarme la luz volvió, me sorprendí al verme reflejado en el espejo del baño que estaba frente a mí.

-"Crees que funcionara"...

-"No, pero debo intentarlo".

Mis ojos café ahora eran amarillos, mi piel morena se volvió gris, mi cabello era una mata de carne expuesta, había sangre en mi boca, manos y ropa, aquella distorsionada imagen me sonrió señalándome, en ese momento la estridente carcajada se volvió a oír. Salí de ahí lo más rápido que pude, encontrando en la entrada el primer fruto de mi naranjo

-"Lo cortarás de raíz".

-"Si, lo haré".

-"No funciono hace años, que hará la diferencia ahora".

-"Nada".

Al cortarlo, sentí que la vida se me iba con cada hachazo que le daba, una sustancia parecida a la sangre emano de mí naranjo y mi dolor empeoró, el aire me faltaba, mis manos sangraban al igual que mis cicatrices, sudaba frío y la vista se me nublo...-"PARA", susurro mi maldito acompañante....pero no lo hice, esa fue la última vez que vi aquel naranjo en pie.

Ahora, desde el pórtico de la antigua casa, unos inocentes ojos café observaban con atención la tierra moverse y una pequeña hoja asomarse a la superficie.

-"Mamí....el naranjo del abuelo volverá...también su primer fruto."

Y es que algunos cuentos se convierten en historias, y muy pocas Historias en leyendas legendarias, el poder antiguo prevalece y la familia lleva el peso de una Historia.