Mi Presa, Mi Conejito, MI Denki

Capitulo 8

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*En el cuarto de Kaminari*
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Denki estaba durmiendo en su cuarto aún no se sentía muy bien, pero sus sueños fueron interrumpidos por unos toques a su puerta.

*Tock, tock, tock*

*Pov Kaminari*

Estaba descansando y de repente escuché como mi puerta fue tocada, tres veces para ser exactos, entonces sin mucha fuerza me levanté y abrí la puerta encontrándome con ¿Aizawa?!¿Qué hace Aizawa en mi habitación?¿Acaso..? No, ningunas son preguntas coherentes, es obvio porque viene a mi habitación.

–¿Mmm? ¿Profesor Aizawa? ¿Puedo ayudarle en algo?

*Pov normal*

En verdad se ve mal.
–No, no es nada sólo quería ver si tus compañeros decían la verdad y si estabas enfermo.

–Oh, comprendo– dicho esto bajo su cabeza pensativo al ver esto Aizawa prosiguió.

–¿Ya fuiste a que te revisaran?

–Si– dijo levando la mirada para ver al más alto –, me dijeron que sería cuestión de días, indefinidos, para que me recuperara, siempre y cuando siga el, medicamento que me dieron– dijo lo último con una breve pausa y rascándose la nuca.

–Esta bien.

–...Sobre, los trabajos que me pierda-

–Eso no es importante déjalo de lado, primero descansa y recupérate, ya te daré tiempo para que me los entregues luego.

–¡¿Enserio?! Gracias– decía con todas las fuerzas que tenía para que su profesor viera su agradecimiento, mientras sus orejas volvían a levantarse (puesto que debido al cansancio que experimentaba su cuerpo, hasta sus orejas habían quedado sin ánimos de levantarse), sin embargo el mismo sensei lo paro.

–Ahorra tus energías– al principio volteo a verlo confundido y agachando sus orejas pensando que había dicho algo malo, pero al ver su cola de gato meneandose detrás suyo se volvió a formar su sonrisa –que las necesitarás para recuperarte, bueno, no te quito más tu tiempo, no vemos pronto Kaminari.

–Hasta luego profesor– dijo despidiéndose de el contrario para cerrar su puerta de inmediato y dejarse caer en la cama, tenía cansancio y sus ojos se cerraban, pero no dormía, en verdad había aprendido la lección, nunca más tomar decisiones precipitadas.

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*En la escuela*
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–Hasta que por fin nos vamos– se quejó con molestia Bakugou.

–Calma bro– dijo Kirishima haciendo señal con su mano para que se calmara.

–¡Tú no me dices que hacer! ¡Yo hago lo que se me de la gana cuando se me de la gana!

Al final el pelirrojo terminó suspirando astiado cerrando los ojos simplemente caminando hasta que se le vino algo en mente.