The only reason {Luke brooks} (EDITANDO)

33. She's mine. M2/3

 {L U K E}

Estaba fascinado. De verdad lo estaba. Llevaba horas escuchándola parlotear y parlotear sobre cosas al azar y no estaba aburrido. Sorprendentemente, no lo estaba, y eso era increíble, ya que no soportaba escuchar hablar a la misma persona por más de veinte minutos sin dormirme. Me enfocaba más en los gestos que tenía. Me di cuenta de que movía mucho las manos a la hablar, que arrugaba la nariz cuando decía algo que no le gustaba, y que sacaba la lengua cuando esta misma se le trababa. Era graciosísima, se me hacía imposible aburrirme con ella.

Cuando los pensamientos cursis y melosos invadieron mí me mente al pensar lo linda que se veía cuando mecía su cabello de allá hacia acá, detuvo la conversación. Los chicos nos estaban esperando. De hecho, deberíamos haber llegado hace dos horas a casa de Mara, en lugar de eso, yo había decidido traerla a tomar malteadas.

¿Qué demonios me estaba pasando?

Me levanté del asiento, y le dije que iría al baño. Caminé rápidamente por el pasillo con las manos metidas en los bolsillos del pantalón intentando tantear lo que necesitaba. Empujé la puerta del baño de hombres, y conseguí alcanzar el papel de diario, doblado al interior de mi pantalón.

Iba próximamente a uno de los cubículos, cuando me detuve al ver mi reflejo frente al espejo. Mis ojos…parecían diferentes, mi boca estaba relajada, y mi rostro… ¡Estaba jodidamente sonrojado!

Golpeé el lavamanos con fuerza. No me podía pasar esto ahora.

Di a correr la llave del agua fría y metí mi cara ahí por lo que parecieron horas. Me sequé en la playera y me encerré en uno de los cubículos. Desdoblé el papel de diario. La marihuana que Skip me había dado en la mañana me serviría para despejarme la mente un poco, que era justo lo que necesitaba ahora.

Saqué los papelillos de mi bolsillo, y de a poco comencé a colocarlo dentro. Lo apreté con mis dedos, y enrolé el cigarrillo hacia arriba. Pasé mi lengua por el adherente, y estaba listo.

Por suerte traía siempre un encendedor dentro de mi cazadora. Me senté en la tapa del inodoro, con los pies apoyados en la puerta. Encendí el cigarrillo de marihuana, y de inmediato di una honda calada, logrando que el humo llegara a mi garganta. Lo mantuve ahí mientras pensaba en todo lo que no debía pensar, más bien, mientras pensaba en ________.

 Lo dejé ir lentamente, en forma de nube densa. No me preocupé más, y cuando iba a la mitad del cigarrillo comencé a relajarme, y a sentir los ojos más pesados, y el cuerpo más ligero.

Había pocas veces que me drogaba, y me entraba la risa floja, esas eran las veces en las que estaba borracho, y me fumaba dos o tres caños de porro puro. Ahora no, era solo un cigarro y de marihuana completamente natural. Mi cabeza cayó hacia atrás. Di la última inhalación, sintiendo como el papel quemaba mis dedos al estar tan cerca del fuego. Boté el resto en el basurero de los papeles, y mientras abría la puerta del cubículo; solté el humo.

Me miré una vez más al espejo antes de salir. Mis ojos estaban rojos, y pequeños. Mis pasos eran flojos, pero no torpes. _____ no lo notaría. Solo me sentía más relajado, y ella era tan ingenua que hasta podría meterme un chute de cocaína e inyectarme morfina y ni siquiera lo notaria. Estaba tranquilo.

Caminé por el pasillo hasta llegar al lugar de las mesas.

______ estaba de espaldas a mí, sus hombros estaban tensos y estaba encogida en sí misma, como hacía cuando se sentía ofendida, o cuando tenía miedo. Alguien estaba sentado junto a ella. El mareo de la yerba comenzaba a afectarme. Pero no me costó demasiado averiguar a quien pertenecía esa silueta.