'* ♡ El Primer Beso -»Gruvia. / oneshot

Capítulo Único

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Juvia esperaba ansiosa el regreso de su Gray-sama, esperó tanto por verlo otra vez. Al fin terminó la misión de los cien años y lo tenía de regreso. Se preparó para este momento, mental y físicamente. Quería verse bonita, dudaba en vestirse con su típica ropa abrigadora, pero de seguro Gray no se fijaría en eso. De esto estaba segura, él no se fijaba mucho en pequeños detalles, mas cuando lo hacía, ella quedaba sorprendida.

¿Él se daría cuenta? Quería recibirlo con los brazos abiertos y con una caja de galletas con la cara de él que ella preparó con esmero. Anteriormente él las aceptó, uhm, más o menos. Deseaba que esta vez fuera diferente, ver la diferencia entre ese Gray y el actual Gray. El actual le ha dado miles de señales en querer estar con ella, crecer para ser el hombre que ella necesitaba tener a su lado. Hoy llegaría, hoy tendría la respuesta.

Si miraba hacia el pasado, ella también cambió. No lo acosaba tanto ni profesaba su amor a los cuatro vientos como de costumbre (no significa que había dejado de hacerlo), pero sí perdía la cordura cuando él le correspondía sutilmente. Después de todo, ambos maduraron. Juvia sentía curiosidad, cuan maduro se volvió su Gray-sama.

Sólo imaginarlo se sonrojaba.

Días antes, llegó una carta al gremio más desastroso de toda Magnolia, estaba escrita por Lucy, avisando que volverían en tres días, aludiendo con que Natsu quería mucha comida para ser recibidos. Parecía una cena, fiesta, celebración, así que Juvia finalmente optó por verse bonita, sin llamar tanta la atención, no quería ver a Gray celoso ni causando un escándalo, a pesar de gustarle verlo así.

Vamos, no sería mala con él. Únicamente necesitaba la atención de él, sólo de él y de nadie más.

Se vistió casual; unos vaqueros, una camiseta ajustada y media escotada y unas botas bajas; y fue al gremio, eran las seis de la tarde. El grupo de Natsu dijo que llegarían al atardecer. ¿Qué tan atardecer?

Esperando sentada en el taburete frente a la barra donde Mirajane limpiaba los vasos para los invitados, le aconsejó estar tranquila, de seguro Gray le daría una sorpresa a ella. ¿No recuerda que él le dijo que la esperara pacientemente?

―Juvia recuerda y lo ha esperado pacientemente ―dijo media nerviosa―, Juvia no lo ha visto por meses y le entra dudas si cambió de una manera diferente a la que esperaba.

Mirajane le iba a contestar, pero Cana se adelantó sentándose a su lado con una jarra de cerveza, bebiendo antes de los cordiales invitados.

―Por todo lo que han pasado juntos, ¿enserio crees que Gray te rechazaría? Tendría que ser muy idiota y, como diría Elfman, poco hombre.

―Gray-sama no es eso. ―Juvia medio frunció el ceño, defendiéndolo.

―Calma, no lo digo para insultarlo ―respondió Cana con una sonrisa―. Lo digo, porque Gray no lo es. Así que, no dudes tanto y recíbelo con los brazos abiertos. Sólo con los brazos abiertos, no otra cosa como lo que le pasó a Levy.

―Cana-san...Juvia no quiere saber esas cosas. ―sabía muy bien que Levy abrió mucho más que los brazos a Gajeel.

― ¡Llegamos! ―todas las atenciones se depositaron en el estruendo de las puertas del gremio abrirse por un chico de pelo rosado y con la sonrisa más radiante que el sol.

― ¡Aye! ―junto a su compañero Happy.

― ¡Gray-sama está de regreso! ―Juvia exclamó ansiosa al verlo, parándose del taburete. Todos hicieron lo mismo yendo a recibirlos. Juvia sólo de fijó en él, ni miró a Natsu, ni a Lucy, ni a Wendy, ni a Erza, ni a Charlie. Su único objetivo y atención era su querido mago de hielo.