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QUERIDO ERWIN,⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀ capítulo tres — a falta de paraguas
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El pronóstico del tiempo es la aplicación de tecnología y de ciencia para predecir el estado de la atmósfera para un período futuro y una localidad o región dada. La historia del pronóstico del tiempo es milenaria, aunque los paradigmas y las técnicas usadas han cambiado significativamente. Y sabiéndome todo esto de memoria, ¡Por qué mierda no lo reviso!
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Ya ha pasado al menos una semana desde comenzó su jornada escolar. Levi miró deprimido el calendario tras tachar un día más concurrido con un marcador rojo. Con la misma energía, tal cual lo haría un preso contando cuántos días le faltaban para ser liberado. No se sentía tan diferente, sinceramente.
Luego de darse cuenta de que la discusión de los dos adultos había finalizado —Kenny y Kuchel peleaban siempre porque el primero priorizaba traer una resaca que dinero—, salió de su habitación perfectamente uniformado para ir a la preparatoria. Estando en la entrada del apartamento, no visualizó a ninguno de los dos mayores, debían estar encerrados en sus dormitorios. Así que sólo, despidiéndose a sí mismo, tomó una mandarina, asegurándose de que por la consistencia esté ácida, pues eran sus favoritas, y partió, no sin antes ver a la vecina tétrica como siempre sentada en el pasillo. El clima sabía de lo ocurrido, lanzaba cada que podía truenos y una pesada nube atormentaba Rose. Se arrepintió por no haber revisado con anterioridad el pronóstico del tiempo, siendo así no traía consigo un paraguas, mas le valía acelerar como nunca.
Metió la mandarina dentro de su mochila, ahora no había tiempo para eso, y comenzó a pedalear rápido, igual que lo haría en una carrera de ciclismo. Se acostumbró a tomar la ruta larga, pero segura, usualmente, después de aquel desastre el primer día, sin embargo, esta vez ameritaba del corto. No quería perder ni un minuto, por fortuna los ciudadanos de Rose no eran tan descuidados como él y no salieron a hacer sus actividades por la mañana, no tuvo que esquivar mucho más alla de contenedores de basura. El viento lo empujaba agresivo, el oleaje debe de estar fuerte. Como fuere, al pasar por donde solía ir el mercado, las nubes no aguantaron más y se descargaron contra él. Levi gruñó al aire, admitiendo su derrota, llegaría empapado a la preparatoria. La Ley de Murphy recaía sobre él.
Sintiendo la ropa pesada por el agua, el muchacho encadenó su bicicleta estando en Survey Cops, entrando a la escuela. El pasillo para dejar el calzado se encontraba un poco encharcado, generándole cortocircuito por la suciedad, bueno, igual no podía reclamar, ahora él sería de los mayores causantes. Tampoco había estudiantes rondando, debieron haberlos mandado a sus salones por la lluvia. Hablando de esta, Levi solía amarla, pues momentos lluviosos en la soledad de tu cuarto no tenían precio, ahora, debido a la incomodidad, frío y las miradas que tendría que soportar, se volvió su clima menos favorito.
