11:11 am.
Hoseok observa la hora en su celular antes de apagarlo. Yoongi permanece a su lado, sentado a la ventilla y Jimin hacia el pasillo. Ambos un poco nerviosos.
—Estará bien, amor, tranquilo —murmura Hoseok, sintiendo su mano entrelazada a la de Yoongi ser presionada con fuerza cuando inicia el despegue.
—Hoseok —llama Jimin, él lo ve de inmediato—, creo que a Yoongi le dará algo. Échale airecito —comenta con burla.
—Estoy bien —gruñe Yoongi, cerrando los ojos.
El viaje es tranquilo, sin turbulencia y sin dilemas. Todo sale bien para el primer vuelo de Jimin y Yoongi. Hoseok los miró enternecido durante todo el trayecto, pues ambos estuvieron sumidos en anécdotas familiares y tomando fotografías a las nubes en la altura para mostrárselas a su madre. Ha olvidado por completo que él es quien le teme más que nadie a los viajes en avión.
—Bien, ¿por dónde se sale de aquí? —pregunta Yoongi entre el gentío, caminando en medio de Hoseok y Jimin.
—Por allá —responde Hoseok, apuntando hacia una señal que indica la salida a unos cuantos metros de distancia—. Este aeropuerto es más grande que el de Jaepil.
—Lo es —afirma Jimin con sorpresa, viendo hacia todos sitios.
Toman un taxi que Hoseok paga con reclamos por parte de los dos hombres que lo acompañan, pero siempre saliéndose con la suya. El trayecto hacia la casa de la familia Min-Park es extenso desde el aeropuerto de Yeobo. Muy extenso. Tanto así que Hoseok debe despertar a Yoongi cuando Jimin le menciona que ya han llegado.
Recuerdos. El barrio donde se ha criado Yoongi, le trae a Hoseok un millón de recuerdos. Tiene un aura similar al lugar donde él se ha criado a medias. Hay apartamentos por un sitio y casas pequeñas por otro. Algo se presiona en su pecho, porque todo lo que viene a su mente de una vez son situaciones bonitas que en el algún momento vivió junto a su madre. Sin embargo, son opacados por el millar de cosas negativas y oscuras que alguna vez ella y su padre le hicieron pasar antes de ser llevado a los hogares de acogida.
La sensación de hambre y vacío ambiental mantiene a Hoseok algo decaído en su interior a medida que entran en casa de la familia Min-Park, pero se esfuma con lo que encuentra dentro. Es una casa acogedora, cálida, rústica, limpia y llena de fotos familiares. Un hombre mayor permanece en el sofá principal ojeando un libro, medio dormido. Un aroma mezclado entre comida y ambientador llena sus fosas nasales.
—¡Papá! —exclama Jimin con suma alegría, llamando la atención del hombre en el sofá a quien se le ilumina la mirada al ver de quién se trata y se pone de pie para recibir a su hijo entre sus brazos y estrecharlo con fuerza.
—Que linda es tu casa —comenta Hoseok maravillado a Yoongi, observando con atención los alrededores. Sus pupilas dilatadas y su pecho encontrando relajación por la sensación de hogar.
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Dulces de humo ✎ yoonseok.
Fanfiction✎ : ❝ Jung Hoseok es un trabajador social dedicado a los niños que sufrieron la misma suerte que él: el abandono y la desesperanza. Su pasado es un lienzo roto y mal pintado desde donde una mínima pieza deja de encajar para desmoronar todos sus anh...