Capítulo 16

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Narra Oleg

No sé en qué momento me quedé dormido, sin embargo cuando desperté la luna seguía brillante, mire unos segundos al techo y mi vista se dirigió hacia donde se supone que Gabrielle debería estar dormido pero.. no estaba, me senté en la cama y me estiré un poco

Odiaba despertar en las madrugadas, siempre era al rededor de las 3 o 4 de la mañana, se volvió una costumbre detestable para mí, mire el reloj que habitaba sobre la puerta de aquel cuarto, marcaban las 3:30 am

Busqué mi camisa para ponermela sin embargo había olvidado por completo donde la había dejado, suspiré y abrí aquel clóset, saque una de las camisas de Gabrielle, era de un color verde oscuro con algunas franjas negras en ella.. que horribles gustos tiene este chico

Puse la camisa sobre mi metiendo mis manos a las mangas, me quedaban un poco cortas aquellas mangas, más arriba de las muñecas y no pude cerrar aquellos botones sobre el pecho, su ropa era muy pequeña.. al igual que él

Baje a la cocina y me serví un vaso de agua, me recargue sobre el borde del fregadero de la cocina, está casa.. era tan pequeño, se sentía extraño pero no estaba mal, vi un pétalo de lo que parecía ser una flor cayendo del techo de la casa, lo cual era extraño ya que no había plantas o árboles muy cercanos a la casa

Sali y sentí el aire frío de la noche, la luna era gigante, casi sentía que podía tocarla, vi otro pétalo más caer frentes a mi rostro y levanté mi mirada

Entonces encontré a quien buscaba.. Gabrielle.. ¿Cómo mierda había llegado allá arriba?.. y lo más importante.. ¿Qué hacía allá a estas horas?

Busque la forma al rededor de aquella casa y vi que una de las ramas de los árboles alcanzaba a llegar al techo entonces me subí a este y subí al techo, camine con cuidado sobre las tejas y llegué a un costado de Gabrielle

- siento que estás viendo algo que yo no -lo mire-

El chico pelinegro se sobresalto y lo miro con aquellos ojos grandes y oscuros, el rubio desvió su mirada y luego miro al cielo

- nada en específico -rei levemente -

- ¿Y que haces aquí afuera a estas horas entonces?

- aveces me gusta.. salir a ver la luna.. o las estrellas, siento que.. cuentan historias, ellas ven todo y han estado en todas partes, partes que me gustaría conocer algún días - abracé mis rodillas-

- ¿Que partes te gustaría conocer?

- como -me quedé pensando - como Inglaterra.. o me gustaría conocer donde tú naciste

- Moscú no es tan interesante como crees

- entonces me gustaría conocer el mar - sonreí-

- el.. espera.. ¿No conoces el mar? -me gire a verlo- ¿Nunca has ido? -lo mire negar con la cabeza-

- necesitamos viajar para eso.. y mi familia no tiene suficiente dinero para eso - reí-

- tal vez si tus papás no hubieran tenido tantos hijos

- ¡Oye! - reí y le di un golpecito con el hombro y su pie resbaló un poco de las tejas- estuvo cerca

- ¿Acaso intentas matarme? -lo miré-

- lo siento, no fue mi intención - mordí mi labio inferior y abracé de nuevo mis rodillas-

- Gabriel...

En ese momento el chico rubio tomo el mentón del pelinegro y este lo miro algo extrañado y un poco sonrojado

- ¿Q.. qué hice?

- lo de tu labio.. te he dicho que no lo hagas -mis dedos se recorrieron hasta sus quijadas y tome apretando un poco su rostro, sus ojos eran grandes.. casi podía ver el reflejo de la luna en estos, sus cejas pobladas y oscuras hacían juego con el color de su cabello, su piel era como una bola de nieve.. tan blanca que parecía casi brillar- eres un pequeña idiota -lo solté-

- oye deja de decirme así -lo mire- tus ojos se ven grises de noche..pero azules de día - reí levemente- es algo muy curioso

- como es que te atreves a decirme esos comentarios a la cara -lo mire-

- lo siento.. es.. ¿Es malo que diga algo así?

- No -mire a la luna- voy a volver adentro -me levanté y camine con cuidado sobre el techo- ¿Vienes?

- ¿Yo? - sonreí ampliamente-

- ¿Ves algún otro idiota por aquí? Claro que tú -rode los ojos-

- claro.. lo siento -me levanté y fui tras él bajamos con cuidado y una vez que bajamos del techo lo mire- ¿Estás molesto conmigo?

- No.. ¿Por qué dices eso?

- porque frunces las cejas y aprietas tu mandíbula cuando estás molesto

Oleg se freno en seco y Gabrielle choco en su espalda, se dio la vuelta y miro al pelinegro

- ¿Y tú como es que te das cuenta de algo así?

- yo.. -me sonroje- es que no expresas mucho con palabras.. así que.. tenía que prestarte más atención para saber cómo te sientes

- ¿Y para que necesitas saber cómo me siento?

- pues.. porque me importas

El rubio frunció el seño y miro a otro lado entro a la casa y dejo al pelinegro afuera, este Suspiró y miro una última vez a la luna, sonrió levemente y entro a la casa una vez más

" No busca las estrellas en el cielo, pero si el universo en sus ojos"




Y solo




Tú Y Solo TúDonde viven las historias. Descúbrelo ahora