PANDA
Le empujó un poco haciendo que de dos pasos atrás. Le doy la espalda y me voy de allí a la parte de abajo, la que no es vip, a bailar y por un trago.
Ya estoy lo bastante borracha para no acordarme de nada mañana.
—Uno de los mejores—le guiño el ojo al guapo barman que me sirve un licor, que realmente se ve rico.
Y al probarlo cierro los ojos disfrutando el sabor a menta y a licor. Miro la hora en el móvil, las 2 pasadas... y es martes, mañana instituto y voy a ser como un oso panda.
—¿Ya te he dicho que te queda bien el pircing?
—No, y tampoco me interesa— miro al lado contrario de donde ha llegado Zack.
—¿Sigues celosa?— pregunta un poco divertido e ilusionado.
—¿Celosa yo? Por favor Zack, no somos nada, no tenemos nada y lo que paso entre nosotros, que no llego a ser mucho es solo un juego.—
Digo pegando un poco las palabras y riendo.—Un juego muy divertido al que quiero seguir jugando— dice cerca a mi oído.
—Y te aseguro que seguiremos jugando hasta que pierdas.— alzó la copa para brindar y me lo tomo de un sorbo.
Y empiezo a sentir el alcohol ya demasiado alto. Todo me empieza a dar vueltas y me da gracia casi todo.
—Zack, quiero un gato volador— suelto sin ninguna razón y empiezo a reír. Zack se va hacia la pista, una chica se le lanza y él no se resiste, se pega a ella y empieza a reír.
Joder tío, estoy yo aquí súper borracha ¿y él se va con otra?
Me trago las ganas de pegarles a ambos y empiezo a irme hacia la puerta, mientras escribo un mensaje a los chicos de que me voy a casa, Dylan está afuera esperando y los chicos ya vendrán.
Salgo y el frío choca con mis piernas desnudas. Me apresuro a llegar al coche y me meto en el copiloto, Dylan está al volante ya que es el responsable esta noche.
—¡¡Dylan!!— canturreó y él me mira divertido.
—¿Que?—
—Mmm... No se. Solo que te veo como dando vueltas— me rio, bostezo y me paso la mano por la cara.
—Venga, duerme mientras llegan los chicos. Te despierto cuando lleguemos a casa—dice como un hermano mayor, sonrió y me acomodo mejor en el asiento para dormir.
Los chicos llegan antes de que me quede dormida y veo que están igual o peor de borrachos que yo y me hace gracia verles así, se ven tiernos.
Y sin darme cuenta me quedo profundamente dormida y no recuerdo nada más.
Al levantarme me quejo por el dolor de cabeza y las ganas de vomitar, me pongo el antebrazo encima de los ojos.
Oh, shit.
Me va a estallar la cabeza. Me incorporo y veo que me encuentro en el salón, al igual que los chicos, pero Dylan no está.
—¡Dyli!— llamó pero me arrepiento enseguida cuando mi cabeza duele.
Me pongo la mano en la sien y me levanto con cuidado.
Voy a la cocina donde proviene un ruido de agua hirviendo. Entro y me encuentro a Dylan tan fresco como una lechuga, en cambio mi reflejo en el horno dice todo lo contrario a estar fresca.
Tengo unas enormes ojeras debajo de mis ojos de distintos colores, mi pelo está horrible y ni hablar de mi ropa.
Camino arrastrando los pies y abrazo a Dylan.
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¿VOLVER A ENAMORARME?
Teen FictionElla, una chica con demasiados problemas, intentando escapar de su pasado. Un pasado muy negro, que la hizo madurar antes de tiempo, que la hizo sufrir antes de tiempo, demasiado difícil de olvidar, que le quema... un pasado que le arrebato demasiad...