Megara Trusova era alegre y llena de vida, pero tras la repentina muerte de su madre, su perfecta vida da un giro nuevo que la llevara a descubrir que el mundo no es como ella lo conoce y que los seres sobrenaturales que ella piensa como leyendas es...
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
Megara Trusova nació en el seno de una familia acomodada; era la hija única de Joseph Howard Trusov y Miray Trusova. Ella nació en adultez madura de sus padres que la amaron con fervor desde el momento que el examen ginecológico confirmo el embarazo de la madre.
Creció con el cariño incondicional de sus padres, rodeada de la extravagancia de Las Vegas en una gran casa ubicada en la calle principal. Fue mimada desde la cuna con todo lo que una niña deseaba hasta ser una petulante.
Sus padres no solían alzarle la voz, ni castigarle con "mano dura", pero si corregían varios comportamientos inadecuados, pues, aunque amaban a su hija no deseaban que se vuelva una persona frívola sin sentimientos.
Megara era hija de un afamado pintor y fotógrafo que retrataba a las estrellas del espectáculo. Su madre por su parte también ofrecía mucho; una decana, profesora y seria abogada que jamás perdía un caso asignado.
Su vida siempre fue perfecta y enviable; poseía el amor y la atención de sus padres, en la escuela era una chica popular por sus calificaciones ejemplares, era una alumna modelo y por ende estaba rodeada de muchas personas que deseaban su amistad.
Sin embargo, la perfecta vida de Megara ser rompió cual cristal; cuando estaba celebrando su fiesta de doce años, su madre Miray sufrió un colapso y en el hospital el médico diagnostico un tumor cerebral.
Pronto su estilo de vida cambio, así como su madre, quién se debilitaba más con cada quimioterapia que recibía, llegando al punto en que tuvo que ser internada en la clínica.
Los siguientes meses se la paso al lado de su madre y padre.
A la mala Megara aprendió a cocinar, levantarse temprano, hacerse el desayuno, el almuerzo y la cena porque su padre ya no iba a casa.
En la escuela todos le dijeron que lo sentían y sus mejores amigas; Anne y Katherine Wale la apoyaron como pudieron, a veces se quedaba a dormir con ellas; el señor Wale era un buen amigo de su padre y de su madre.
Megara prefería pasar tiempo con sus amigas, antes que ir a casa de su tía Rebecca; no soportaba a su prima Charlotte.
Charlotte como todos sus parientes, acudido con sus padres a visitar a los Trusov; había dicho cuanto lo sentía que deseaba lo mejor a Miray. Pero Megara, pensaba que, incluso, en aquellos momentos su prima era falsa. Nunca se llevaron bien; su enemistad sin motivos comenzó a los siete años, y a medida que pasaban los años los comentarios mordaces aumentaban, sí estaban juntas en la misma sala las indirectas salían a relucir. Sin embargo, por respeto a la situación de Miray ambas primas se contuvieron y Charlotte mostro sororidad y empatía por su prima brindándole palabras de aliento y consuelo.
