¿Quién me mato?

Primeros encuentros

Diciembre 13, 2020 

Era martes por la mañana, el clima lucía como siempre, el frío hacia que mis dientes tiritarán, el cielo nublado, estábamos acostumbrados a que el sol no saliera todos los días en esta parte de la ciudad, solía ser todo tan sombrío que era la perfecta imagen de una película de suspenso en donde la protagonista es perseguida por toda la calle por el que podría ser su asesino. La chaqueta que llevaba puesta no me cubría lo suficiente, mamá me había dicho que llevara una más calientita pero no le hice caso y salí de casa sin despedirme, la noche anterior había llevado a su nuevo novio, a diferencia de los anteriores este parecía ser buena persona, se presentó con educación ante nosotras "Soy John Sanz" dijo y después me saludo con total descaro, como podía estar en mi casa, parecer una persona completamente normal y desconocida para mí después de lo que había pasado entre nosotros. John Sanz el nuevo novio de mamá era 10 años menor que ella, la noche anterior no fue la primera vez que yo lo veía, anteriormente había tenido varios encuentros con el.

John era maestro de Ciencia Sociales en mi escuela, era joven y bastante apuesto, diría que el bastardo lograba causarme cierto deseo hacía el, siempre fui una "buena chica" como me nombraba mamá cada que Steph decía que yo era una "maldita perra", pero mamá no me conocía tan bien como ella decía, todo adolescente esconde secretos a sus padres y hace cosas a espaldas de ellos, yo no era la excepción, yo también vivía mi vida a escondidas de ella. Desde los 13 años comencé a sentir atracción por los hombres mayores a mi, al principio solo eran 2 o 3 años y eran estudiantes de mi escuela, pero mientras crecía, comenzaban a gustarme hombres 10, 15 o 20 años mayores, los de mi edad no lograban lo que esos hombres si, durante un tiempo deduje que era a causa de la ausencia de mi padre, al principio me di asco e intenté hacer todo lo posible por no involucrarme con esos hombres, no quería decepcionar a mi madre o meterme en problemas, después acepte mi destino y hacia todo lo posible por llamar la atención de estos hombres, desde ir a lugares con ropa que no dejaba nada a la imaginación, a comenzar a charlar con ellos y ofrecerme sin ningún disimulo. Ser directa o no buscar nada. La gran mayoría terminaban cayendo, solía ir a un hotel cerca del centro de la ciudad para que pasara lo que tenía que pasar, a algunos los volvía a ver y otros por el miedo de ser descubiertos con una menor de edad me rogaban que no dijera nada o que nunca más los volviera a buscar. Nadie sabía que hacía esto.
Nunca me involucraba más haya que solo sexo con esos hombres, no buscaba una relación seria, solo quería divertirme pero con John todo fue diferente, yo no lo busque a el, fue el quien vino hacia mi. Estar cerca de John me volvía vulnerable, sus malditos ojos azabache me tenían loca, su encanto al hablar con las personas, la forma en como todo lo que se ponía le quedaba bien, era irreal que un hombre como el se fijará en mi, parecía tener una vida perfecta, era un profesor. Cuando comencé a salir con el olvide toda regla impuesta por mi, olvide todo lo que había acordado cuando comencé a meterme con hombres mayores, John había logrado que sintiera algo por el. 

Abril 5, 2020

"Oíste que llegó un nuevo maestro de Ciencias Sociales" "Yo ya lo vi, es tan sexi" "De seguro es un hijo de perra como el anterior" " Escuché que solo tiene 30 años" "Me puse cachonda de solo verlo" "Les aseguro que es un idiota que sigue viviendo con sus padres". Los pasillos de la escuela estaban llenos de los mismo comentarios hacia el nuevo profesor, las chicas parecían estar vueltas locas por el y los hombres no dudaban en demostrar lo mucho que les aborrecía el solo hecho de saber que sus novias, amigas o compañeras babeaban por el, yo no lo había visto aún, pero estaba segura que si todas las colegialas necesitadas de está escuela decían que el Profesor echaba fuego era por algo. La clase de Ciencias Sociales siempre había sido un martirio para mí, el antiguo profesor el señor Martín era un viejo cascarrabias que pasaba sus tiempos libres encerrado en la sala de maestros tomando café y comiendo donas, sus clases eran tan aburridas que varias veces me quedé dormida, nunca decía nada interesante, lo único que sabía hacer era poner exámenes sorpresas, todos o al menos la gran mayoría lo odiábamos, por suerte el año pasado se jubilo y ya no tendríamos que aguantarlo este ciclo.