El rumor de que a la princesa no le gustan los príncipes ha desestabilizado al reino.
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Zephir acaba de cumplir la edad donde debe empezar su propio cuento de hadas, aunque debido a una mala decisión de la reina, se ve obligada a pasar un ver...
Tercero, como lector/a de SEQ, se le otorga una casa según su fav (Si, como HP) ¿Cuál son?
🐸 Ame. 🏀 August. 📚 Shered. 👸 Bettha.
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Sherman fue el peor de los hombres que conocí, pero al lado de mi nuevo equipo. Incluso un vídeo oficial filtrado quedó en el olvido.
A veces se me olvidaba que eso no era un colegio, era la academia femenina más prestigiosa y lujosa a nivel global. Dónde aunque fuera la princesa, soy solo otra más.
Entre mis instalaciones favoritas, están los establos y huertas. Tienen más animales de los que pudiera contar, vacas, caballos, gallinas y ovejitas, cuando Amelié al ser la presidenta del club social se vio obligada a darme un mejor recorrido que el de Shered.
—En la huerta trabaja Milen, que además de ser bibliotecario, es jardinero. —explicó con su voz chillona.
—Pero todas sus plantas están muertas. —comenté con temor a ser descortés.
—No dije que fuera un buen jardinero. Y no le digas eso a la cara nunca, que te manda con los salvajes.
—¿Quiénes son los salvajes?
—Los niños del campamento vecino. —señaló a la izquierda.
En el gran patio que une al campamento con nuestra academia, un grupo de niños de alrededor de ocho años se sentaron en el césped en ronda tomados de las manos. Hay una maestra en medio cantando, es la misma de Literatura.
—Se ven muy pequeños para ocasionar problemas.
—¿Qué dijiste? —Amelié paró en seco, dio media vuelta y posó sus manos en sus caderas.
—Me das ternura. —confesé.
—¿Eh? —ella arqueó una ceja, se quitó el gorro por lo que me paniqueé al instante—. repitelo.
No... Creo que acabo de cometer un error.
Vestía un uniforme de animadora rosa con azul pegado al cuerpo, elevó la mirada, sus labios formaron una línea recta. Por un instante, sonreí.
Por favor, ¿Qué puede hacerme? Es como enfrentarse a un niñ...
Me tumbó en el césped.
—Escúchame bien princesita primera que nada, respeta los cuerpos de los demás —le levantó con el cuello de mi camisa—. segundo, vuelve a verme de esa forma que te hago tragar plomo y cagar flores, ¿Quieres saber a quién le debes estar tan tranquila esta mañana?
No me mate madrina, tengo mucho por vivir.
—¡Cálmate! ¿Por qué eres tan agresiva?
—Porque cuando le das la mano a alguien si no eres viva, te agarra el codo. Que sea la última vez que mencionas que parezco un niño, tengo dieciocho años de experiencia en romperle la boca a las chistosas.
