Mello era bien conocido por su carácter impulsivo y poco tolerante, perdía los estribos fácilmente y tenía un orgullo que terminaba siendo el colmo para su situación.
Near era una antítesis del anterior mencionado, tranquilo y callado, podrías no notar siquiera su presencia o lo evitarías por su indiferencia.
Eran dos personas que difícilmente podrían tratarse bien mutuamente y eso sería mayoritariamente por las reacciones del rubio ante las del menor, le molestaba que le tratara como un don nadie o que ni siquiera reaccionara a sus comentarios, aún que fuera de manera negativa, pero nada.
Por tanto era lógico que terminaran en una disputa, siendo Mello quien empezaba si no es que siempre con estas. Claro que Near ya conocía estás actitudes del mayor, sabía que explotaba fácilmente, pero para el era interesante verlo sobre actuar por pequeñeces y en veces lo molestaba con este propósito de curiosidad, aún que por lo mismo terminara en detención.
Este fue uno de esos días en los que Near quiso ver que sería lo que alteraría al más grande de su forma de actuar y, de manera curiosa esta vez no fue intencional lo que detonó la pelea entre los dos.
Un pequeño empujón bastó para argumentar un reclamo acalorado de parte de Mello, que fue seguido de una respuesta desinteresada del destinatario de la misma.
"No te vi"
Tres palabras bastaron para que Mello decidiera tomarlo de la camisa y seguir alzando la voz con otra contestación.
"Ahora sí me ves?"
Y antes de que algo más ocurriera, una voz los interrumpió.
"Otra vez ustedes dos, cuántas veces tendré que detenerlos en mitad de una pelea?, Deben resolver sus diferencias... Ya saben donde queda detención, por favor permanezcan allí hasta la siguiente clase"
El profesor los miró y ambos solo se limitaron a asentir y empezar a encaminarse hacia el salón de detención, una aula vacía con butacas y escritorio viejos en los que se sentaron a una distancia relativamente corta, siendo solo una silla lo que impedía que estuviesen uno al lado del otro.
Ambos ya habían estado en ese mismo sitio un par de veces antes, cosa que ocasionó para este punto un desinterés de los profesores en querer siquiera hablar con los dos para hacerlos razonar, pues ya entendían que era inútil y en cambio decidieron que los dejarían allí para "hacerlos reflexionar y dialogar", cosa que en retrospectiva era una muy mala idea considerando que el rubio sería capaz de seguir con la pelea sin supervisión de nadie.
Pero era permitido por el cansancio que la repetición del suceso había provocado y por qué al vigilarlos al inicio de la dinámica, pareció no haber continuación de la disputa dentro de detención, cosa que atribuyeron a que Mello no quería un mayor castigo que esté por un segundo arrebato de ira dentro del salón en donde estaban, así que descartaron ese peligro después de la tercera llamada a los dos susodichos.
Ambos se encontraban solos en esa aula, ya se habían llegado a acostumbrar a estar allí y de vez en cuando a hablar entre ellos con comentarios sarcásticos o desinteresados, siendo estos más que nada acerca de la situación que los había llevado a estar en ese lugar.
"Así que, una clase fue tu límite hoy"
"Lo dices siendo tu el que me empujó"
"No fue intencional Mello, no todo lo que hago es para molestarte"
"Ah no? Entonces por qué seguimos regresando a este estúpido salón?"
"No lo sé, es tu decisión que terminemos siempre así"
Un silencio se hizo notar, el tiempo paso de a poco, los comentarios no surgieron más, solo se miraron atentamente el uno al otro, aún tratando de disimular lo que sus ojos buscaban en el contrario.
Estaban tan perdidos en el esfuerzo de no ser tan obvios con sus miradas que no se daban cuenta de que, con el pasar del tiempo, dejó de existir tal cosa como la silla que los apartaba y era solo su poco autocontrol lo que los detenía de estar completamente unidos para ese punto.
La tentación se volvía más y más fuerte para Mello, que siendo la persona impulsiva y poco tolerante que era, cayó ante está al poco tiempo de este silencio.
Más no fue el único que cedió ante ésta. Unas manos suaves fueron las que primero se apoderaron de las mejillas de el de ojos azules, estás mismas fueron las que lo encaminaron a los labios de su platinado propietario.
Un beso, lo que ambos de manera secreta habían estado esperando, la razón detrás de su recurrente detención, la justificación del sobre actuar del mayor y la resiente fuente de curiosidad del menor.
Toda esta, tan planeada situación, motivada por la compañía y el recién identificado afecto que ambos ahora compartían, era un juego para ellos, un juego del cual no recordaban su inicio, sólo recordaban la suavidad de sus labios y la extraña y adictiva sensación que ambos experimentaron en ese inesperado momento.
"Mello, por qué siempre me detienes en un beso?"
"Por que dejarías de buscarme para seguir con tu juego, por que sabemos que uno nunca será suficiente"
El platinado al escuchar esto lo miro y le dedico una sonrisa, la cual fue correspondida con el mismo gesto, al cuál le siguió un comentario.
"Parece que nuestro tiempo aquí se terminó... por hoy, quieres decir algo antes de irnos?"
"Vaya que sabes seguirme el juego,"
Y antes de que ambos salieran por completo de el aula, el rubio se aproximo rápidamente a la mejilla del mas bajo, plantando un suave y fugaz beso en este.
Ya no se como terminarlo asi que así queda, esto solo son ideas de está pareja que se me ocurren, no se escribir muy bien pero uno hace el intento.
ESTÁS LEYENDO
meronia stuff
Fanfictionsolo intentos de historias del ship Mello x Near de death note Algunos estarán basados o inspirados en canciones