Capítulo 17. Disuadiendo a otro Blake.

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     La mirada rabiosa de Adam fulminaba a la inquebrantable y estoica mirada de Ronald

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La mirada rabiosa de Adam fulminaba a la inquebrantable y estoica mirada de Ronald. Uno exigía respuestas y el otro estaba firme a callar.

Rachel se puse enfrente de Adam.

—Hermano yo estoy igual de confundida que tú, pero sé que Ronald no es el malo de aquí y lo estas juzgando, de nuevo.

— ¿Hablas en serio, Rachel? ¿Estás de su lado?

—Estoy tratando de ser neutral, no voy a correr a Ronald por lo que hizo ya que gracias a él, Aurora y yo estamos vivas. Créeme que tengo muchas preguntas por lo que sucedió —argumentó mi hermana con firmeza—. Pero no voy a perder los estribos como tú.

Rachel volteó a vernos y yo ahora me encontraba como escudo para mi protector.

—No es el momento —agregó la voz gruesa y tranquila de Ronald.

Quedé helada ante su respuesta ¿Pretendía decirles la verdad?, me miró con un rostro afligido y estaba segura que era por su herida que por tratar con el humor de perros de Adam.

—Necesitas ir a suturar esas heridas —susurré preocupada.

—Me importa una mierda lo que has hecho, Ronald, si no estuvieras cerca estas cosas no pasarían —vituperó Adam.

Eso era una total mentira.

—No sabes nada —me adelanté a decirle y elevando mi voz—. Será mejor que cierres la boca, Adam.

—Es el colmo, Aurora.

Ronald se enderezó lo mejor posible y levantó su mirada.

—Si estás buscando con quién desquitarte aquí estoy, Adam —respondió Ronald con la nariz fruncida—. No saldré huyendo y mucho menos me separé de Aurora, les diré lo quieran saber, pero necesito tiempo.

Abrí mis ojos de la impresión.

—Ronald... —murmuré asustada.

—Está bien —se apresuró a decirme él.

Adam chitó y se acercó hasta tomar a Ronald de los hombros y arrastrarlo a la entrada de la casa.

—Lárgate, no quieras ponernos las cosas difíciles, West porque te pesará —amenazó Adam con una gran ignorancia que me daba pena.

Corrí detrás de ellos para detener a mi hermano pero era imposible. Ronald se lo quitó de encima y por un momento creí que le daría un puñetazo de la exasperación que se le notaba en el rostro.

—Vete al carajo con tus amenazas, Adam —contraatacó Ronald con rudeza—. Ya te dije que no me alejaré de Aurora.

Sujeté a mi hermano como pude y me puse frente a él.

2º COLISIÓN: para siempre te protegeré.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora