cuando el corazón es incapaz de funcionar

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Los engranajes se han oxidado en el difunto corazón de un cuerpo en movimiento, Aless sabe lo que es amar, Aless conoce cómo la mente humana se desborda por conseguir la mitad que les exige el ser, más sin embargo no lo comprende. 

Está ahí perdida en las tintineantes estrellas romantizadas, perseguida del canturrear amoroso que los gorriones exhiben parados en fila sobre la alambrada. ¡No despegues, pues tus alas hay que arrancar antes de los veintidós! qué curiosa alma vagando sin famélico corazón, da retorno antes que una anciana te reprenda, pero por favor no mires detrás de ella, cuentan que cría desde pequeña. 

Cabeceaste accidental y tus ocelos de oro no miran más que dos montañas furiosas, no encontrarás tu otro par por palabras engañosas.

Los cristales oculares se enfocan en la silueta vacía, Aless sabe que remplazar la inexistencia a su izquierda encenderá llamaradas en la sangre. La idea repugna los cielos, tiemblan las montañas con sus cejas elevadas. 

No hay metáfora creada ni prosa explicada que replique al corazón solitario de un cuerpo en desprecio al amor. No hay prisa de sostener las ramas del roble, ni de guiar los polluelos a las nubes. La vocalización de un trueno en los cielos no llego a perpetrar la línea de los cerros, pero la valentía alzó en su asta por los demás prófugos de su par. Eleva los hombros, verás que visualizarán lo que existe y dejarán de ver lo que jamás estuvo. 

No vayas a batalla, la artillería se ha oxidado con tu alegría, no hay razón de bombardear los campos de mesetas, no hay razón de lanzar flechas a donde no podrán llegar. No llames a la lucha interminable de la presión de los grandes, tendrás la verdad pero no la cantidad. Qué dolor observarte bajo los pies de un puente en la oscuridad, rogando tu perdida y el marchite de tu corazón. Afuera no te buscan, buscan tu otro corazón, corazón que ni siquiera intentarás querer.

No hay ser que lo entienda, no hay montaña apacible que se detenga traducir balbuceos, ve y sube a los brazos de un árbol, lejos de pares encadenados y alas putrefactas que han sido desechadas sin consentimiento, no hay aves que te canturreen en el costado, después de todo, no era tan malo tener un corazón que no sabe amar. 

















Por la metafffff @aurorashadow_ no soy estúpida-

Montañas: Padres 

Alas arrancadas: La incapacidad de ser libre del todo en una relación

Polluelos: hijos

hija del sentimientoWhere stories live. Discover now