¿VOLVER A ENAMORARME?

CAPÍTULO 33

PUÑETAZO

Entro a la cafetería con tal fuerza de querer romper las puertas, las miradas se clavan en mi, pero estoy tan cabreada que me da igual, con paso decidido voy a la mesa central donde esta la persona que busco, Zack.

Le doy un fuerte puñetazo que le hace girar la cabeza sonríe mientras se pasa la lengua por los labios.

¡¿Porque tiene que ser tan malditamente perfecto?!

—¡Pensé que teníamos algo hace semanas! Pensé que era la única y mientras tanto tú te follabas a Mia o a Vicky. Pensé que eras mas hombre, me decepcionas. Creí que habías cambiado, que no eras el capullo que sigue buscando, ¡¿no era suficiente?!—rió amargamente y me acerco más a él que me mira con una sonrisa de lado y se apoya en la mesa con los codos— ¿sabes que? Eres poco hombre, pensé que teníamos algo, pensé que yo lo había roto, ahora se que tampoco hubiera funcionado...— grito descargando todo lo que tenia dentro.

Miro a Erick que me mira preocupado y confuso, le fulmino con la mirada.

—¿Qué?—pregunto borde y cabreada, me giro sobre mis talones y salgo de la cafetería.

—¡Genial! Has expuesto lo que teníais en secreto, sabia que eras impulsiva pero no tanto...—Comenta Arakiel que ahora mágicamente me dirije la palabra.

—¿Ahora me hablas? ¿A la asesina?—digo burlona pero con veneno, me cruzo de brazos y le miro mientras se apoya en la pared, se encoge de hombros.

Ruedo los ojos exasperada y voy a clase aunque falten 20 minutos, tiro la mochila que cae fuertemente a la mesa.

Me paso las manos por el pelo y bufo, y sonrió burlona.

Pensé que él era distinto a lo que le pintaban, y se que lo es, pensé que teníamos algo durante esas semanas donde nos besábamos a secreto, pasábamos las tardes juntos, me escuchaba mientras le aburría con mis libros, esas risas, esas bromas... es que pensar que mientras yo pensaba en él, él estuviera haciendo cosas con otras...

Me limpio con rabia una gruesa lagrima cálida que se escapo, camino una y otra vez cerca de la ventana. Siento que me estoy ahogando, necesito aire.

La fotos que tengo en mi galería y que he impreso y he metido a esa cajita de personas importantes en mi vida... la primeras veces que me beso, y las siguientes. Las "fiestas de helado" que hacíamos cada vez que pasábamos un examen, las tardes estudiando, jugando o cantando...

Me quito la chaqueta y la tiro junto a la mochila, mientras intento tomar aire, me pongo en cuclillas y enredo mis dedos en mi pelo. Tomo aire por la nariz y lo suelto por la boca, como hago cuando estoy apunto de un ataque de pánico, como el que me dará si no me calmo.

No fuimos suficientes.
Cállate.

Me levanto y paso mis manos sudadas por mi pantalón, miro por la ventana mientras hago el intento de respirar bien, lagrimas me salen y me las limpio con rabia...

Ya no tenemos nada, que yo le rompí primero, lo estábamos arreglando..pero lo jodí, como siempre.. que fue mi culpa... pero duele como nunca... como si mi hubiese engañado, no tuvimos nada, no era nada... pero para mi lo era todo.
Él es mi ancla, la persona que me mantiene a flote, la luz en toda la oscuridad...

Le rompimos nosotras primero.
Lo se, pero duele.

Se escucha la puerta cerrarse a mis espaldas, me enderezo rápidamente y retomo la compostura, o lo intento aparentar. Me cruzo de brazos, mi respiración aun es horrible, y estoy al borde de un ataque, pero ya me alejo poco a poco de esa línea.

Se que es Zack, conozco sus pasos, se que es mucho pero he aprendido a diferenciarlo. Empiezo a sentir el corazón como un loco, aquellas hormigas que me produce tan solo con que este a dos pasos, las mariposas y su calidez.

Eso es por que eres una acosadora.
Eran casualidades.
Si y yo no soy tu conciencia.

—Nunca me folle a nadie mientras teníamos algo, Mia me beso sin mi permiso le avise que no pero Vicky le tomo una foto mientras me besaba. Quiero que sepas que eso no me hace más hombre, que seria incapaz de engañarte, y menos cuando eres la persona que necesitaba...—murmuro lo ultimo y me sorprendió, me di la vuelta y le veo con sus manos en lo bolsillos y miraba al suelo.

—No me debes explicaciones, fui yo quien la que lo corto...—digo mirando mis zapatillas cuando él busca mis ojos.—No se muy bien por que lo hice...—digo casi inaudible.

—Ya...—dice y se va, siento frio y miro la puerta... no se, pero en el fondo esperaba otra respuesta... realmente no se que respuesta, pero esta no era...

—Te necesito, me estoy ahogando en esta oscuridad... necesito mi faro de luz...—murmuro para él, aunque se que no me oye, lo quería decir...

Aquella foto, solo fue forzada... no se por que no le creí, tal vez los celos fueron mas fuertes.

¡Ha aceptado que esta celosa! Felicidades.
Cállate, conciencia ahora no haces falta.
¡Oye! Yo siempre te hago falta y lo sabes.

La clase empieza y Zack esta a mi lado, pero l intento ignorar, estoy enfadada conmigo misma por haberle creído a esa víbora de plástico. Solo me dolió que se haya estado besando con otras mientras teníamos "algo", pero ahora se que no es verdad, le creo y confío en él.

Es Zack, al tío que no le gustan las mentiras, al que no le cuesta nada ser sincero como yo..

Al día siguiente en segunda hora llega Zack, con una sudadera amarillo pollito que le queda horrible.

—Dios, esa sudadera te queda horrible, ¿No había mas bonitas?—pregunto sin vergüenza, el baja su mirada y se sonroja un poco..

Espera, Zack Collin, ¿Se acaba de sonrojar un poco?
¡Amo!, tengo que guardar ese recuerdo.
Se quita la sudadera y se sienta a mi lado.

—Pues es de mis favoritas—dice indiferente, me carcajeo.

—Pues tienes un gusto horrible, pensé que tenias mas flow, ¿Pero eso? Una sudadera amarillo pollito, da asco, en serio—digo divertida para molestarlo y él rueda los ojos, supongo que tanto tiempo que hemos estado juntos tendría que habérsele pegado algo de mi.

—Al menos no tengo pijamas de mínimum—se encoge de hombros y abro la boca ofendida.

—¿Perdona? Pero mi pijama es hermosa—la defiendo y él ríe.

—Si tienen tantas ganas de hablar, váyanse de mi clase.—nos regañan y nos quedamos callados.

No volvemos a hablar en todo el día. Estamos enfadados, los dos pero no se si solo soy yo o él también, pero no nos dirigimos ni la mirada, pero siento su mirada cuando estoy en la cafetería.

Somos bipolares.

Y no me siento con los chicos, al menos ya no en esa mesa...