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"Donde esta"Jungkook resopló y siguió caminando entre los estantes repletos de libros que habían a su alrededor, viendo cada uno de ellos con ferviente detenimiento y leyendo, diligentemente hasta las letras más pequeñas yacidas en sus lomos.
Al no encontrar lo que buscaba allí, salió de la sección de historia para adentrarse en la sección de biología. Miró y miró, hasta que sus ojos dieron con el libro que tan desesperadamente, llevaba buscando por alrededor de diez minutos.
Castas, aromas y lazos.
Encaminándose hacia una mesa cualquiera en el lugar, Jungkook abrió el gastado libro con cuidado, la obra impresa no estaba en un buen estado y cualquier movimiento brusco al pasar de hoja podría rasgar la misma. Lo que prefería evitar.
Ya en el índice, sus ojos no tardaron de hallar la palabra delta y con suma delicadeza, fue hacia la página 10. Y sin prisa o desespero alguno, el joven omega de castañas hebras leyó lo que en aquellas dos páginas había sido garabateado mucho tiempo atrás por un beta que, en su tiempo y para cuando aquel libro había sido publicado en 1680, tenía el reconocimiento necesario, una fama decente y un nombre estable en la comunidad de escritores de ese tiempo.
Leyó cada palabra, anotación como nota personal que el autor ya difunto había hecho. Una y otra, y otra, y otra vez. Hasta el cansancio. Hasta memorizarse los primeros párrafos y para cuando se hartó, apartó el libro. Cruzando sus brazos, sus dientes no dudaron en atrapar su labio inferior. Meditando al respecto de la información recogida.
En el primer y no muy extenso párrafo inicial se daba una explicación de la actitud que los deltas podrían llegar a tener, tanto en grupos como en su soledad misma. Diciéndose que tendían a ser huraños, esquivos a cualquier tipo de contacto y ariscos como desdeñosos al trato.
Seguido a eso, se afirmaba que los deltas odiaban tratar con desconocidos o personas que encontrasen, por ellos mismos, desagradables o poco interesantes. Por lo cual, su nivel de tolerancia o paciencia era inexistente. Nula.
Se afirmaba que como los alfas, sus sentidos estaban bien desarrollados pero en un grado inferior. Aún así, era una cualidad envidiable y digna de destacar. Y con esta virtud, venía un defecto. O varios. Eran volátiles, extremadamente volubles como explosivos. Por no decir también agresivos y en ciertos casos, físicamente violentos. No temían agredir a otros, ya sea para demostrar lo dominantes que solían ser o por mero impulso y sentido de superioridad. El autor afirmaba que eran excesivamente inestables y por ello, las otras castas debían de mantener una actitud recelosa y cuidada a su alrededor. De ser preferible, aconsejaba que se los mantuviera alejados.
Señalaba también la asombrosa fuerza física que poseían. Había presenciado el confrontar de un alfa y un delta y para su sorpresa, el segundo había vencido de manera impecable y astuta al primero. Hiriéndolo de gravedad. Señaló también, la notoria diferencia que estas dos castas tenían. El alfa era alguien impulsivo y agresivo, ansiando sangre y derrotar a su oponente con el uso de su excelsa fuerza. Mientras que el delta, era también alguien preocupantemente fuerte, pero en un combate a cuerpo, su inteligencia e ingenio le asegurarían una fácil victoria.
Volviendo a aconsejar que mejor era, no molestarlos o detonar su lado agresivo. Y por ninguna razón, confrontarlos. Eso no significaría más que la muerte.
Tras reiterar que no necesitaban de otras personas, exclamó lo peculiar que el aroma de un delta podría ser. En un extremo se encontraba una amargura poco tolerable y en el otro, un repudiable y asquerosamente insoportable aroma metálico. Uno capaz de causar náuseas.
El autor escribió en aquel libro que, como los alfas, el celo de un delta llegaba cada cuatro meses y no solía durar más de un día o dos. En casos extremos y poco usuales; tres días. Parecían no tener parejas destinadas ni necesidad de marcar a alguien de una casta ajena e inferior. Y contrario a los que muchos afirmaban, tenían voz de mando y la capacidad de marcar a quien quisieran y de tener un lazo.
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stigma : taekook
Fantasíafue una noche cualquiera, cargada de monotonía cuando jungkook lo conoció. un chico desconocido y marginado. apartado de todos gracias a la ignorancia. su presencia le llamó la atención, la curiosidad se aprovechó de ella despertando sus instintos. ...