✎ : ❝ Jung Hoseok es un trabajador social dedicado a los niños que sufrieron la misma suerte que él: el abandono y la desesperanza. Su pasado es un lienzo roto y mal pintado desde donde una mínima pieza deja de encajar para desmoronar todos sus anh...
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Cuando las personas se marchan de la tierra, Hoseok siempre ha creído que la vida no vuelve a ser la misma, que el mundo cambia y los planetas convulsionan para volver a crearse. Como el estallido de su corazón que le indicó que era momento de despedirse de su madre sin haberlo premeditado. De la nada. Impetuoso. Y sí, la vida cambia para siempre cuando las personas importantes que la componen se marchan. Sin embargo, Hoseok también cae en cuenta de que la partida de su madre sólo ha cambiado el mundo para él.
El centro trabaja de la misma forma. Goeun le sonríe igual que todos los días. Yoongi se despide de él tras salir del ascensor. Seokjin lo recibe con papeleo necesario para acabar el mes. Chaewon y Taehyung lo saludan y abrazan con la misma mirada y misma calidez. Los trabajadores obedecen, lo escuchan y le agradecen. Comen juntos. Hacen las mismas bromas. Sonríen de la misma forma. Existen. Sólo existen.
Y su madre ya no.
La madre de Hoseok se ha ido para siempre. Llevándose la mitad de su vida y la mitad de su amor.
Así como la vida transcurre sin trompicones, Hoseok hoy toma su valentía, la pone de pie frente a él para mirarla mientras le escribe a Namjoon que pasará por su casa por la noche. Está listo. O no. Pero lo hará.
Hoy Hoseok también ha tomado otra decisión importante.
—¿Qué es esto? —cuestiona Chaewon, sentada en su despacho, deslumbrante en su nueva posición de Inspectora General del hogar, una posición que él mismo le ha otorgado.
La mujer lee los papeles que ha colocado sobre su escritorio, donde deslumbra su nombre en pro de la solicitud de adopción para Kim Taehyung.
—¿Estás seguro de lo que haces?
—Completamente.
—No se lo menciones a menos que sea seguro.
—Jamás haría algo como eso.
—¿Es todo?
—Es todo.
—Una cosa más. —Hoseok asiente—. Ya no puedes visitarlo hasta que el proceso se haya terminado, ¿está bien? Son las reglas.
—Bien —murmura con resignación.
Caída la tarde, cuya deslumbra aún a pesar de que recién finaliza el invierno, Hoseok rodea los hombros de Yoongi antes de subir a su vehículo, besándolo sin una pizca de temor y sin importarle que alguien los vea, recibiendo esa sonrisa de dientes pequeños que tanto le encanta. El viaje a casa es tranquilizador, ambos hablan sobre su día como si no hicieran lo mismo casi todos los días.
Se encuentran dentro del vehículo viéndose el uno al otro, mientras Hoseok se atreve a contarle a Yoongi las dos decisiones que ha tomado hoy. Ganándose dos miradas de sorpresa. Tal vez una más cargada de temor. No es capaz de dilucidar cuál es cuál, pero se siente feliz de recibir el mismo apoyo para ambas, porque así es Yoongi.
