Alexandra
Voy a cambiar las jerarquías, incluso si eso significa que seré destronada de mi puesto de reina.
¿Reina de qué, exactamente? Mi única amiga verdadera era Katt, y ahora todo el resto de las chicas del norte le hacían la ley del hielo. Una de las que se hacían llamar mi amiga, había escrito cosas repudiables en mi casillero. Alguien del norte estaba activamente acosándome y obsesionándose conmigo, Matt solo me hablaba porque estaba enamorado de mí, y Jake... ¡Ese estúpido había intentado acosarme en un estacionamiento! ¿Reina de qué? Tal como Ashley siempre decía, reina de nada.
Siempre creí que me gustaba ser el centro de atención, ser la abeja reina, pero entre más lo pensaba, más me daba cuenta de que esas cosas eran las que quería la falsa Alex, la que solo quería demostrarle al mundo cuán compuesta y perfecta era para que nadie viera detrás de su fachada. La verdadera Alex, la que está enamorada de Aiden y que luchará con uñas y dientes por la sanidad de Katt, no quiere eso, sino que quiere hacerle un poco de bien al mundo.
Todo eso pensé mientras celebraba bajo la lluvia que los Raiders habían ganado el partido con un touchdown de último segundo. Hail Mary le llamaban, de más de 40 yardas.
Y una idea loca ya se había instalado en mi cabeza. Involucraba mucho alcohol y una fiesta. Podía salir horriblemente mal, u horriblemente bien.
Pero era lo único que tenía en mente, y podía hacer que Aiden, Ashley y Katt me apoyaran, y estaba casi completamente segura de que Gabe y Kyle lo harían por ellos, a pesar de que era obvio que no les agradaba. También, podía sobornar a las Raiders para que respaldaran la idea... Finalmente, mis habilidades de maquinación servirían para un bien mayor.
O eso esperaba.
No seguí pensando en ello mientras iba a los vestidores a bañarme, secarme y cambiarme, porque estaba mojada y tiritando de frío, y era apremiante que me deshiciera de la ropa mojada, a pesar de que sufriría teniendo que usar el secador de pelo.
Sí, la Alex obsesionada con su cabello era real, no falsa, y eso estaba bien. No hay nada de malo en querer que tu cabello sea perfecto.
Luego de terminar, Ashley me dijo que Aiden se había quedado junt con el entrenador hablando con algunas personas importantes. Estaba esperándolo mientras veía Netflix en mi camioneta cuando me llegó un mensaje de Travis que me heló la sangre.
Recibir un mensaje de Travis siempre había sido una sensación agridulce, mayormente porque escuchar de él me ponía feliz, y a la vez lo resentía por tener que esperar tanto tiempo para que me contactara y me dejara a la deriva. Siempre había sentido que nuestra relación de hermanos era un poco tóxica, pero con la revelación de hace unos cuantos días que ahora me parecían una eternidad atrás (porque como siempre, había estado meticulosamente ignorando esa parte de mi vida para que no me afectara), solo me sentía... vacía, porque Travis me había dejado por algo que sinceramente no podía conciliar con el hermano que tuve.
El mensaje era simple. Llámame si estás lista para hablar. Al leerlo por segunda vez, incluso solté una risita. ¿Lista para hablar? ¿Estaba hablando completamente en serio? Luego de toda la mierda que he vivido durante mi vida, nunca estaría lista para nada. Solo me tocaba afrontar las cosas y esperar a que no me mataran esta vez.
Así que lo llamé.
—Hola, duende.
Su voz sonaba tan como Travis, tan como el hermano que nos protegía de todos los males antes de que se fuera para no volver, que me dio nauseas pensar que él era Devil King y que ni siquiera había tenido la decencia de ocultarlo un poco mejor. Había sido obstinado de su parte utilizar el apellido de la familia en su apodo, pero el hecho era tan fantástico que ni siquiera se me hubiese pasado por la cabeza que King era un apellido, y no simplemente una alusión a algún rey.
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The wrong side of town - Parte I y II
RomanceAlexandra King es una reina; la reina de la escuela, la reina de toda la ciudad. Hija del alcalde de Sylver Valley y capitana de las porristas, se encuentra en la cima de la pirámide social, pero tiene un pequeño secreto. Está enamorada de quién no...