079. Una noche para siempre.

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Es la primera navidad de Hoseok como director en la cual no tiene una reunión extraordinaria un día antes de viajar hacia donde quiere

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Es la primera navidad de Hoseok como director en la cual no tiene una reunión extraordinaria un día antes de viajar hacia donde quiere. Este año vuelven a pasarlo con la familia Min-Park y la familia Jeon, con quienes no ha terminado de congeniar el año anterior, pero hoy viene con toda la fe.

Yoongi luce tranquilo y contento a su lado en el avión, con sus manos entrelazadas y en silencio. Agradece que el médico le permitiese viajar, aunque con la promesa de regresar el mismo día veintiséis para hacer su terapia como corresponde. Desearía poder quedarse en Yeobo hasta finalizar el año, pero al menos podrán pasar una festividad importante junto a la familia Min-Park, algo sumamente importante más para él mismo que para el propio Yoongi. A Hoseok le gustan las familias.

En el aeropuerto los esperan Jimin y Jungkook con una enorme sonrisa, y aunque Yoongi se niega y se queja todo el tiempo, termina sobre la espalda de Jungkook para evitarle una caminata. Hoseok sólo puede reír por el berrinche de su hombre de treinta años. Ambos son bien recibidos por Park Hwasun y Junkyo, y bien alimentados también antes de enviar a Yoongi a la cama a regañadientes.

—Son insoportables —alega, recostándose y golpeando a un lado de la cama para pedirle que lo haga a su lado. Hoseok se acomoda y deja que él se acomode en su pecho como siempre—. Estoy bien, no entiendo por qué se preocupan tanto. ¿Me veo tan mal?

—Sólo se preocupan, amor. Es normal. No seas gruñón.

—Pero respóndeme la pregunta —insiste Yoongi—. Si me veo tan mal para que se pongan así por cada paso que doy.

—Luces agotado —se sincera Hoseok—. Algo esperable. Pero nada más. Son tu familia y quieren que estés bien.

Sus oídos se llenan de un pesado suspiro de Yoongi, y en cuestión de unos minutos ambos caen dormidos durante varias horas.









—Hoseok —susurra alguien cerca de él. El aroma a hierbas se extiende en el aire, le es conocido, pero apenas puede abrir los ojos—. Hoseok, despierta.

Arruga el entrecejo por varios segundos antes de abrir los ojos que siente más pesados que nunca. Se queja por lo bajo, pero no se mueve, pues Yoongi permanece aferrado a su cuerpo aún, incluso con una de sus piernas encima. Está completamente entumecido.

—Hoseok —vuelve a llamar la suave y ya reconocible voz de Park Jimin.

Él se enfoca en su rostro algo preocupado y termina haciendo un sonido con su garganta para dar a entender que lo escucha.

—Lo siento —murmura Jimin—. Mamá me ha pedido que los despierte para que se den una ducha y se arreglen para cenar. Los Jeon están por llegar.

—Está bien —susurra Hoseok—. Aunque despertar a Yoongi será un poco más difícil.

—Soportaremos su cara de culo.

—Estoy despierto —dice Yoongi con la voz ronca—. Cuidado con lo que dices.

Dulces de humo ✎ yoonseok.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora