Jisung llevaba una vida "correcta", creía fielmente en lo que su familia le enseñaba y seguía cada consejo y orden recibida, sus padres confiaban en que él no les traería una decepción, aún así no podían correr riesgos...
No comprendía que había hec...
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Ya casi era hora de ir con Jisung y esta vez se aseguro de estar listo a tiempo, el día anterior había elegido su ropa así que solo quedaba peinar a Dorito, que estaba acomodado en sus piernas. Tenía un cepillo que un vecino del pueblo de su abuela le regaló, era especial para peinar a gatos y además ayudaba a relajarlos.
Sonrió escuchando a su mascota ronronear por el tacto del cepillo en su cuerpo, quería poder pasar más tiempo con él pero su abuela era un poco alérgica a los gatos y no quería que le pase algo malo por su culpa.
Entonces recordó a su abuela, y se dio cuenta de que ya habían pasado 3 días desde que se fue, ya era tiempo de regresar ya que normalmente el solo volvía a ver a Dorito máximo 2 días y regresaba.
Ocurrieron cosas que hicieron que se quede un día más y se sintió apenado porque debía ayudar a su abuela con algunas cosas en el campo así que debía volver pronto.
Pero el no quería dejar a Dorito, ni a Jisung.
Observó la hora y con su felino en brazos caminó a encontrarse con su amigo. Debía decirle que se iría y seguro volvería en una semana. Esperaba que mientras no esté Jisung encuentre formas de divertirse sin él, porque realmente Minho había tomado eso como su deber cada día, solo quería hacerlo feliz.
Cuando estuvo justo abajo de su ventana dejó que Dori suba primero, y con dificultad trepó el árbol hasta llegar arriba y se sentó solo ya que esta vez no hubo nadie esperándolo
No pasó mucho cuando escuchó la ventana abrirse y al voltear vio a su amigo salir con cuidado.
Jisung volteó y se miraron solo unos segundos fijamente, haciendo que ambos desviaran la mirada con vergüenza.
- ¿Qué tal, Lee?
- Bien... ¿Y tú? Pasaste el nivel del juego de ayer ¿Verdad?
- Oh... Lo intenté un rato luego de que te fuiste pero tuve clases y me distraje...
- ¡No hay problema, Hannie! - Minho lo sacudió extrañamente para relajarlo.- ¿Tuviste mucha tarea?
Jisung recordó acerca de los poemas y dudó en contarle, por alguna razón le daba vergüenza.
- Solo leímos mucho...
- ¿Sobre qué?.- Oh, olvidó que Minho preguntaba mucho.
- ... Poemas.- Dijo y pensó que debió mentir pero era tarde asique solo habló más.- Elegimos poemas para escribir nuestras opiniones sobre ellos.
- Eso es genial ¿Qué poemas elegiste?
- Aún no elegí ninguno, todavía los estoy leyendo.- Veía a Minho tan entusiasmado que quería complacerlo así que le dijo que esperara un momento y volvió a la habitación por el libro.
