Eran serca de las dos de la mañana hace dieciséis años cuando el señor McCall salió de la estación de policía, encontrándose con una bebé de aproximadamente un mes, ya con un bebé de la misma edad en casa, dos meses después decidieron hacerlo oficia...
- lo que sea - Stiles se levantó, mirando por la ventana, nos acercamos a el y miramos también, habían unas pinzas grandes afuera, cerca de la entrada.
- No - dije yo agarrando su hombro, sabiendo lo que tenia pensado.
- sí - me dio la linterna que tenia en la mano.
- Stiles, no lo hagas, es muy peligroso - insistí, acercándome mas a el.
- está bien, Lucí, puedo hacerlo - abrió la puerta con cuidado de no hacer ruido y salió, no tardo mucho en agarrar las pinzas, pero algo lo estaba esperando, lo vi, era una sombra enorme.
-¡regresa!- grito Scott, yo tarde en reaccionar, pero en cuanto recupere el control de mi cuerpo, abrí la puerta y empecé a gritar.
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-¡regresa Stiles!- el levanto la cabeza, viendo a su atacante, por lo que salió corriendo y entro, trabamos la puerta con las pinzas, volvimos a mirar por la ventana, no había nadie.
-¿dónde está? ¿A dónde fue?- pregunté mientras Stiles revisaba con la linterna, nos alejamos de la puerta despacio, intentando no hacer ruido.
- No resistirá ¿verdad?- dijo mi hermano, asustado.
- probablemente no - respondió Stiles, un aullido retumbo en el techo, por lo que corrimos hasta el aula mas cercana, serrando la puerta detrás nuestro - rápido, el escritorio.
- esperen, alto, esto no lo mantendrá fuera - los frene, dejando el escritorio donde estaba.
- lo sé.
- es tu jefe- miramos a Scott.
-¿qué?
- Deaton, el alfa, tu jefe - insistió Stiles.
- no puede ser - negué.
- sí - contradice mi amigo - El hombre lobo asesino, por favor, Scott, desaparece y dos segundos después esa cosa llega y arroja a Derek.
- tiene un punto - lo apoye, aceptándolo.
- mató a Derek - insistió.
- Derek no murió, no puede estar muerto - se negó Scott.
- salió sangre de su boca, Scott, eso no califica como una herida menor - dije yo.
- está muerto y seguimos nosotros - me sigue Stiles.
- bien, entonces ¿Qué hacemos?
- vamos a mi jeep y nos vamos, en serio debes pensar en renunciar a tu trabajo - le propuso Stiles.
