Hasta ese momento no estaba siendo completamente consciente de lo que estaba pasando.
No era consciente de la realidad que estaba viviendo y mucho menos de el momento en que había cruzado el portal azul.
Mentiría si dijera que no estaba nervioso o que no tenía miedo, pero ¿Quién no lo tendría? Iba a estar en el punto de mira de un pueblo entero esperando a la más mínima amenaza para atacarlo, tanto a él, como a su propio pueblo. Y conociendo a los "personajes" con los que convive, tenía más que claro que no se iban a parar a pensar ni un segundo en meterle un flechazo a cada uno que se les cruce.
Miró a sus compañeros que avanzaban a lo lejos con decisión y con las armas ya desenfundadas, en un silencio que raramente se daba entre ellos.
No quería avanzar, no quería matar a nadie y mucho menos por tonterías. Perfectamente lo podía comparar con una relación tóxica, la mala comunicación que desencadena las discusiones y peleas y que terminan terriblemente mal.
Con esto recordó el por qué debía estar allí: tenía que acatar al pié de la letra el acuerdo al que había conseguido llegar el día de la reunión.
Escuchó un "Axo" resonando en las paredes del enorme templo, miró hacia donde venía el sonido visualizando la figura de su padre haciéndole unas señas indicándole que fuera con él.
Suspiró pesadamente y avanzó hasta llegar al lado de Auron que lo miraba con empatía.
-Sabes lo que tienes que hacer, ¿Verdad?-
-Lo sé, lo sé-
-Bien, pues vamos allá- dijo sonriendo levemente al más bajito.
Se pusieron en camino para alcanzar al grupo y aceleraron el paso cuando se empezaron a escuchar algunos gritos y explosiones.
Ya había comenzado.
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
Aquello era un caos, dinamita explotando por todas partes, gente insultándose a gritos, flechas volando por los aires, rifles de caza siendo disparados...
Saltó rápidamente para evitar pisar una mina y siguió corriendo. Constantemente tenía que estar esquivando todo tipo de peligros que pasaban por su lado o incluso llegando a darle haciéndole varias heridas y cortes superficiales.
Pero desde hacía un rato los objetos que llegaban a darle eran curiosamente certeros, y se percató de lo que podía estar pasando, alguien iba a por él. Trató de huir del posible asalto hasta que un empujón le hizo caer al suelo bruscamente.
Sintió cómo varias partes de su cuerpo eran raspadas y las piedras del suelo se clavaban en su piel, lo cual le hizo soltar un quejido de molestia.
-Oh, vaya, vaya, mira a quién tenemos aquí, si es el mismísimo Axozer...-
