Mi Alfa Bestia {YOONTAE}

T R E S

CAPITULO 3

Nueva vida. 

El rey Kim, lanza un gruñido enfadado, y antes de que Jin pueda ir hacia su hermano, el rey Yoongi ya tiene en brazos al pequeño omega inconsciente.

—Ese omega estúpido —murmura el rey Kim.

—Le suplico, rey Kim, que en mi presencia no vuelva a poner una mano sobre mi omega...

El padre de Taehyung eleva una ceja. No le ha gustado para nada el tono amenazante que Min ha usado al hablar.

—Te recuerdo, Yoongi, que es mi hijo. Yo hago lo que quiera.

El gruñido que sale de la garganta de Yoongi rebela un alfa poderoso, que hace retroceder un par de pasos al mayor.

—Esta es mi casa, y él será mi esposo. Jamás permitiré que lo vuelvas a tocar. Tú te largas mañana.

>> Dile a tu consejero, que me lleve el estúpido contrato a mi estudio. ¡Hoseok! —Exclama buscando a su mano derecha. Su propio consejero, Jung Ho-seok. Un beta de cabello rojizo—. Muéstrale el camino al rey Kim y su consejero, que me esperen. Yo llevaré a Taehyung a recostar.

Seokjin mira como el rey se aleja, con su hermano en brazos. Internamente, sonríe, porque parece que finalmente, su dulce hermanito podrá tener algo de paz.

No lo conocía, pero lo que veía, anunciaba que aquella bestia era más de lo que aparentaba.

*

Cuando Tae vuelve a abrir los ojos, hay un olor a canela muy tenue. La luz de las velas le molesta un poco y tiene que tallar sus ojos para acostumbrarse, pero no se mueve, porque detecta unas voces que susurran.

—Parece que está bajo mucho estrés.

—Intenté liberar mi aroma para relajarlo, es lo que se tiene que hacer, ¿no? ¿Nam, por qué no funcionó? ¿Ni siquiera puedo hacer eso bien como alfa?

—Yoongi hyung, cálmate. Tu prometido siempre ha estado rodeado de alfas, y si lo que vimos es un comportamiento habitual, es normal que le abrume el aroma de otro de forma tan potente.

—Me tiene miedo...

—Hyung... no pienses eso.

—Yo, no debería hacer eso, Nam, no puedo, ¿Qué estoy haciendo con ese pobre chico? Ni siquiera merezco...

—No lo vuelvas a pensar si quiera. Ya sé lo que dirás, y mereces estar aquí. Eres nuestro rey. Lo mereces...

Entonces hay silencio, y Tae aprovecha para sentarse y ver la habitación que se nota mucho más amplia que la suya. Las paredes tienen hermosos diseños pintados como si fuera un bosque, hay telas doradas por todas partes, y el fuego en la chimenea le calienta de forma agradable.

Entonces escucha unos pasos y nota al alfa de cabello corto y hoyuelos sonriéndole.

— ¿Cómo se siente, príncipe Taehyung?

—El rey... ¿está molesto?

Se siente incluso culpable de haber escuchado esa conversación. Imagina que el alfa llegara a castigarlo, más aún por haberse desmayado por segunda ocasión en un solo día.