Hazme tuya (camren)

capítulo tres

Trotando un poco mas adelante escuché un sonido raro...sonaba como ¿lamentos?.
Me detuve de tras de un árbol grande a escuchar lo que parecía ser una discusión..

-¿Por qué estas terminando con migo Bradt? -decía una joven con su rostro cubierto por sus lágrimas.

-Mila no llores,es solo que...me enamore de otra chica...tu no eres para mi ¿entiendes nena?-trataba de explicar aquel idiota.

De verdad esto me sonaba muy familiar,solo que ésta vez era un hombre y no una mujer como me sucedió a mi.

Esta chica se veía mucho mas afligida que yo en ese entonces.

Se tapaba la cara negando con la cabeza lo que el muchacho le estaba contando.
Puse un poco mas de atención antes de salir de ahí.

-No seas tan exagerada,si no es para tanto,la pasamos bien mientras duró ¿o no?

-Bradt ¿acaso no tienes corazón?
¡¿Como pretendes que no me comporte de ésta manera si terminas con migo un día antes de nuestro aniversario!? -la joven no paraba de llorar,se tocaba el pecho apretándolo y así demostrando cuan dolida estaba,solo que el muy "imbesil" no lo notaba.

-Sabes ...creo que mejor me voy,adiós Camila. -el tipo se fue,pasó por al lado mio y no me notó puesto que estaba bien escondida.

Llevaba una cara...¿feliz? ¡hijo de puta!

Cuando noté que el se alejo lo suficiente salí de mi escondite,no sabía si ir o no a ayudar a la joven que se veía bastante mal.

Pero por un lado,no podía ser tan cínico de mi parte queriendo ayudar sabiendo que hago lo mismo que el idiota ese.

Decidí salir de ahí lo mas sigilosamente posible,pisando con mucho cuidado,cuando de repente siento una embestida de algo muy pesado,haciendome caer justo al lado de la joven,restregandome la cara en la tierra.

La joven pegó un pequeño grito del susto.

-¡Pero qué demonios!... me giré rápidamente para encontrarme con una gran lamida en mi rostro y una carita de queriendo decir "te encontré".

Resultó ser mi "perrito" o mejor dicho mi gran perro,es de raza Golden Retriever
y por eso logró embestirme con gran fuerza,el muy juguetón venía siguiendo me sin darme cuenta.

Mi perro no dejaba de lamerme y sus patas me presionaban el abdomen haciendome reír descontrolada mente.

-Jajaja ¡quitate...porfa...por favor Robert!! jaja

-¿Necesitas que te ayude?