El tiempo empezó a transcurrir como arena entre los dedos, ya habían pasado tres meses desde que Elena entró a trabajar en la casa de los Villarreal. Esos meses habían sido de mucho refrigerio para el alma de ella, Elena se sentía muy a gusto, había un muy ambiente laboral, además que se respiraba un aire de verdadera familia. Con el ir y venir de los días el corazón de Elena había empezado a sentir algo más que una amistad por Octavio, no podía definirlo con exactitud, o quizás no quería hacerlo, pero era algo profundo.
Octavio se hallaba en las mismas condiciones, la presencia de Elena había resultado ser un bálsamo para su atribulado corazón, disfrutaba mucho de las pláticas vespertinas que desde hacía poco más de un mes habían empezado a sostener. Y qué decir de la pequeña Luz, ella estaba realmente encantada con Elena, amaba la forma en que ella la cuidaba,
Ese día en particular los Villarroel ofrecerían una cena por lo que Elena y Luz fueron a comprar un vestido para la ocasión. La idea era que Elena le escogiera un vestido a la pequeña, pero esta había insistido en que la morena debía asistir también, idea que no le desagradó en absoluto a Octavio, por lo que ahí se encontraban ambas mujeres en una salida que parecía ser de madre e hija.
A la hora pautada Elena bajaba por las escaleras de la mansión con una elegancia innata, su mano izquierda iba tomada del pasamanos mientras que con la derecha sostenía la manito izquiera de Luz quién también iba agarrada del otro pasamanos. El vestido negro que Elena había escogido portar realzaba su delicada figura femenina, su cabello ondeaba libremente cayendo sobre sus hombros.
Octavio quedó maravillado al verlas llegar, en su corazón anhelaba tener una familia, y solo por esa noche se permitiría soñar con que ellos tres lo eran.
- Buenas noches hermosa princesita - dijo cariñoso mientras besaba la manito de su hija una vez descendieron todos los escalones - permítame decirle que usted es la más hermosa de la fiesta.
- Papi - sonrió la pequeña sintiendo como sus mejillas se teñían de rojo a causa de las palabras de su papá - Tú estás muy guapo - dijo acariciando las mejillas de su progenitor - ¿verdad Elena?
Elena solo asintió tímidamente sintiendo como sus mejillas se teñían de un rojo carmesí, la pequeña Luz la había metido en un gran aprieto con esa pregunta. Los Villarreal incluído Octavio rieron a causa de la situación. Aunque en el fondo de su corazón, Octavio sintió derretirse con aquella reacción de la morena y deseó fervientemente disfrutar de ese espectáculo lo que le restara de vida.
Octavio extendió caballerosamente su mano hacia la morena, depositando un tierno beso en el dorso de su mano
O: Está muy bella hoy señorita Elena - se permitió halagar, sintiendo como su propio corazón parecía despertar de su letargo -
E: Gracias - una sencilla palabra, pero fue lo único que Elena pudo pronunciar -
Ayudó a ambas mujeres a bajar los últimos escalones, de un lado tomó la mano de su pequeña hija, mientras que gentilmente le ofreció su otro brazo a Elena, y así llegaron los tres al área destinada a la recepción. Octavio había dispuesto que Elena se sentara a su lado, como si de una pareja se tratase, la niña iba y venía del regazo masculino al femenino y viceversa. Parecían una familia, una verdadera familia.
TIJ: ¿Cómo vas con ese caso hijo? - preguntó la tía para romper un poquito con la incomodidad del momento, cosa que Elena le agradeció con la mirada puesto que Luz insistía en que su papá era el hombre más guapo de todo el lugar -
O: Ya casi está solucionado tía, nos falta hacer el careo entre los involucrados, si el acusado no llega nos vamos a juicio y tendrá todas las de perder.
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LA OPORTUNIDAD DE AMAR
Fanfictionserá que Elena pueda volver amar de pues de lo que paso en el pasado y Octavio podrá volver amar después de la muerte de sus esposa. Octavio ayudara a Elena a salí de un problema que la metieron Elena y Octavio podrá ser felices después de todo