🍼 Diecisiete

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Los primeros años de un cachorrito son fundamentales para el desarrollo físico, emocional y psicológico. Durante estos primeros meses, los cambios que experimentará son espectaculares y resultaba emocionante para los padres presenciar estas etapas. Aunque todavía es muy pequeño, en estos primeros meses de vida comienza a forjarse su personalidad, empieza a desarrollarse su inteligencia y aparecen las primeras bases de su comportamiento, lo cual resultaba ser muy importante y mucho de esto dependía de la crianza que le fuera dada.

Off y Gun daban lo mejor de sí para educar a su Chimon de la mejor manera, que creciera siendo un niño muy feliz y bien portado, pero eso era algo todavía no podían implementar, así que mientras tanto se ocupaban de enseñarle las cosas acordes a su edad, y es por eso que cuando el pequeño Chim aprendía una cosa nueva sus progenitores no cabían de la emoción y pues como todo padre les encantaba presumirlo.

El omega vio una gran oportunidad cuando su buen amigo fue a visitarlo, llevando a su pequeño bebé de dos meses consigo, entonces era la ocasión perfecta para mostrarle a alguien que su pequeño había aprendido recientemente.

- Bebé, dale un besito a papi. – el omega hizo un puchero que buscaba ser adorable, hablándole directamente al cachorro que estaba sentado en sus piernas, se inclinó un poco para acercar su cara al lado del pequeño.

Chimon lo miró por un rato, soltando risitas por lo graciosa que le parecía la mueca de su padre, pero como buen bebé hizo caso, dejando un baboso pero tierno beso sobre la nariz de su progenitor, no podía dejarlo en ridículo en frente del otro omega y su bebé.

"Tienes una mancha en tu nariz, papi."

- ¡Oh, que tierno! – Krist, quien veía a Gun limpiar la baba dejada en su nariz, se notaba enternecido por la acción del cachorro.

"Si, si, como sea."

Ese era el tipo de reacciones que Gun le gustaba recibir sobre su cachorro, así que orgulloso le regaló una sonrisa al contrario, ya le llegaría el momento de presumir sobre su bebé, pero por ahora ambos eran las estrella del momento.

Chimon no entendía porque su tío lo miraba de esa forma, pero poco le importaba, era más interesante para él mirar el bultito en sus brazos, sí antes le parecía raro ahora más, es que habían estado allí por un rato y ese bebé casi no se había movido lo cual el traía mucha curiosidad a su pequeña y precoz mentecita. ¿Será que siempre está durmiendo?

- Dile que me dé uno a mí. – pidió el otro omega, con ojos brillosos empalagado por la ternura del bebé gruñon.

- A ver, dame a Pluem para que puedas cargarlo. – Dijo Gun, extendiendo sus brazos para tomar al otro cachorro, en cuanto Krist tomaba a un enfurruñado Chimon de las piernas de su padre.

"¿Es en serio? ¿Me estás cambiando por el bebé que no hace nada?"

Para expresar su rabia comenzó a patalear, dejando claro que la idea no le hacía nada de gracia, Krist intentaba contenerlo, no se daría por vencido, no entendía porque Chimon lo odiaba así que quería cambiar eso, demostrarle al bebé que podía ser un buen tío.

- Chim Chim no seas así. – regaño su padre, aunque aun manteniendo la voz dulce que utilizaba para hablarle. – Dale un besito a Tío Krist.

"¡No quiero! ¡Krist no me gusta!"

Sus pequeñas patadas continuaban, resaltando la incomodidad de estar lejos de los brazos de su papi, pero en ese momento Krist lo acercó hacía su pecho de forma repentina, comenzando a sisear muy bajito, el sonido resultaba bastante relajante y los bebés no eran susceptibles a este, por su puesto Chimon no era la excepción dejando de patalear a los pocos segundo, esto conjunto a las feromonas maternales que había adquirido luego del parto, lograron calmar al pequeño mimado que por primera vez en sus meses de vida se dejó hacer por Krist, casi ronroneando del gusto.

"¿Qué? ¿Por qué hueles a papi?"

Gun miraba sorprendido a su bebé, estaba realmente tranquilo en el pecho de Krist, pero notablemente confundido pasando su naricita alrededor y olfateando.

- Vaya, has aprendido bastante en solo dos meses. – Felicitó el menor, sonriéndole con empatía, orgulloso de su amigo, definitivamente sería un buen papá.

Krist asintió con orgullo, tomando una de las manitas de Chimon para dejar pequeñas caricias en ellas.

- Pero creo que Pluem tiene hambre. – Señaló divertido a Gun, él pequeño cachorro se removía en su pecho buscando desesperadamente alimentarse.

Una escena que a Chimon no le gustó, sacándolo de inmediatamente de su mundo de paz.

"¡¿Qué está haciendo esa cosa horrorosa?! ¡Esa es mi leche! ¡Mía!"

El bebé se mostro nuevamente indignado, ¿quién se creía Pluem? Mostraba una fachada de bebé tranquilo que no rompe ni un plato, pero en la primera oportunidad intenta robarle su leche, no se podía confiar en nadie. Molesto comenzó su lucha de balbuceos que pretendía ser reclamos y pataletas en búsqueda de volver a los brazos de su papi.

- Oh, creo que se puso un poco celoso. – comentó Krist con gracia, no tenía ni siquiera el tamaño para las acciones que realizaba.

Gun asintió, tomando con cuidado al bebé hambriento para devolverlo a los brazos de Krist, necesitaba nuevamente a su pequeño terremoto, porque así como aprendía cosas buenas, también adquiría hábitos poco agradable, como morder por ejemplo, y tenía algo de miedo que alguien resultara herido, la otra vez tuvo que tomar a su cachorro con rapidez, el instinto materno de Krist estaba muy a flor de piel y quien sabe cómo podía reaccionar ante el llanto de su bebé, mucho menos al causante de dicho llanto.

"Mi papi, mi leche."







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Un poquito tarde vengo a actualizar pero acá estamos nuevamente... Muchas gracias por seguir leyendo y disfrutando de las travesuras de Chimon. Nos leemos luego mis amores, no se olviden de votar y comentar. 

Baby Thoughts ~ OffGunDonde viven las historias. Descúbrelo ahora