𝘾𝙪𝙖𝙧𝙚𝙣𝙩𝙖 𝙮 𝙨𝙚𝙞𝙨

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Dos días después del karaoke me encontraba sentada en en bosque, los chicos me habían comprado algunas flores y semillas para que hiciera mi propio huerto.

—¿Qué haces?.— preguntó Juan saliendo a dónde yo estaba

—Estoy plantando todo esto.— respondí mientras seguía haciendo hoyos

—¿Te ayudo?.— preguntó y lo miré con una sonrisa

—¿Sabes hacer esto?.— cuestioné

—¿Tú sabes hacerlo?.— respondió mientras reía y me quitaba una pequeña pala

—Touché.— reí también

Seguimos haciendo algunos hoyos y después dejando las semillas para finalmente volverlos a tapar

—¿Y los demás?.— pregunté agotada cuando todo ya estaba listo

—Estan haciendo algo.— respondió y lo miré intrigada

Ví como él regaba todos los montones de tierra y me crucé de brazos esperando a que terminara

—¿Exactamente qué están haciendo?.— pregunté

—Es una sorpresa.— respondió

—¿Para mí?.— sonreí

—No, para Cry.— dijo sarcásticamente y golpeé su brazo

—Entremos, quiero ver qué están haciendo.— pedí y él me tomó del brazo

—Aún no puedes ir.— exclamó y fruncí el ceño —No me mires así, Roberto dijo "distraela", Barca dijo "No lo arruines", Ded dijo "No se puede enterar de la sopresa" y Cry dijo "¿Acabaremos esto pronto? Estoy agotado".— dijo imitando las voces de todos y yo reí

—Ded dijo que no podía enterarme de la sorpresa y te mandaron a ti, no fué muy inteligente de su parte.— dije mientras seguía riendo

—Ellos no toman las mejores decisiones.— habló Juan

—¿Entonces no puedo entrar a la casa?.— pregunté y él negó con la cabeza —El sol me está quemando.—

—No seas dramática.— rió él —Vamos a caminar un poco.—

Agarró mi mano y empezó a jalarme para adentrarme más al bosque.

—¿A dónde vamos?.— pregunté sin entender que tan lejos ibamos a llegar —Realmente hace mucho calor.—

—Deja de quejarte.— pidió mientras se quitaba su gorra y me la ponía —¡Listo!.—

Seguimos caminando pero me sentía mejor al traer puesta su gorra, tapaba el sol de mi cara

—¡Mira esto!.— exclamó y miré lo que estaba señalando

¡Había un hermoso lago en medio del bosque! ¿Cómo es que nunca lo habíamos visto?
Ambos corrimos hacia el lago y yo me aventé rápidamente

—¡Mi gorra!.— fué lo último que escuché antes de sumergirme en el agua

Salí del agua mientras reía y veía su cara de preocupación

—¿Estás loca?.— preguntó —¡No sabías que había dentro!.—

—Metete conmigo.— pedí aún riendo

—¡Arruinaste mi gorra!.— exclamó

Me quité su gorra y se la aventé con todas mis fuerzas

—Ya tienes tu gorra, ahora ven y diviértete un poco, tú no eres el que se preocupa, ese papel no te queda bien.— dije y volví a sumergirme

𝐅𝐑𝐀𝐓𝐄𝐑𝐍𝐈𝐃𝐀𝐃 (Esos 4 + Tú) ✓Donde viven las historias. Descúbrelo ahora