Capítulo 18. Peligro y un clic.

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     Era sábado y Adam me llevó a un espacio grande y despejado para enseñarme a manejar

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     Era sábado y Adam me llevó a un espacio grande y despejado para enseñarme a manejar. En estos últimos días mi hermano había cambiado de actitud y se mostraba más relajado, incluso me ayudó a persuadir a mi papá para evitar que se enojara si salía con Ronald.

     Él logró convencerlo, estaba segura y me sentía más tranquila por eso.

     —Excelente, ve frenando con suavidad, bien, bien —me felicitó Adam muy orgulloso.

     Quiso unirse a mis lecciones de manejo ya que Ronald lo está a haciendo, pero debido a su trabajo como vendedor en Best Buy, protector y guardián, en ocasiones era complicado.

     —Estoy mejorando —chillé muy contenta.

     —Lo haces bien, hermanita.

     Aparqué mucho mejor que las otras veces y aplaudí.

     —Muy bien, pequeña —Adam me abrazó y me dio un beso en la cien—. Estas progresando y luego va a tocar que manejes por todo Baltimore.

     Pelé los ojos.

     —Pero... apenas llevo unos días aquí —recalqué nerviosa.

     — ¿Y? Ya sabes lo básico ahora toca algo más difícil, manejar entre más carros, no siempre tendrás el campo libre como aquí y se aprende mejor en la calle.

     Enarqué una ceja ante él déjà vu que tuve.

     —Temía porque dijeras algo así.

     Adam se carcajeó y me contagió su risa. De pronto el silencio reinó en el ambiente y después de unos segundos nos miramos.

     —Hablé con Ronald —confesó.

     No me sorprendía por su cambio de humor y solo asentí.

     — ¿Y pasó algo?

     Adam elevó las cejas y exhaló.

     —Me contó un poco sobre lo que sucede.

     Me estremecí y no pude evitar expresar mi preocupación en mi rostro ¿qué tanto le platicó?

     — ¿En serio?

     —No me dijo todo como tal, solo me resumió en pocas palabras que tú vives en constante peligro, que él te protege de eso y el viaje a Delaware es importante —comentó con el ceño fruncido—. ¿Por qué corres peligro, Aurora? ¿qué quieren esas cosas de ti?

     Me removí en el asiento.

     —Adam, si él no te lo dijo es por algo y yo no pienso adelantarme.

     —Estamos hablando de tu vida, Aurora, por Dios.

     —Te aseguro que Ronald me protege como no tienes idea —agregué—. Por favor, se paciente, él debe de saber lo que hace con este tema.

2º COLISIÓN: para siempre te protegeré.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora