Traición

174 9 5
                                    

Día 5: Celos.

⚠️:Leve contenido sexual, violencia.

***

El café caliente fue dejado frente a la persona que aún estaba sentada. El pelinegro frente a él tomó asiento y suspiró con pesadez. Leo no dijo nada mientras sorbía su café.

Hiro pasó una mano por su cabello. Era momento de hablar.

—Creo que Miguel me está siendo infiel.

Leo casi se ahoga con el contenido de su taza, tosió suavemente y dejó la bebida sobre la mesa mientras lo miraba con sorpresa.

—¿¡Qué?! —dijo desconcertado—. Hiro, si este es...

—No, no es uno de mis "ataques de celos" —bufó, no creyendo que sus celos fueran así de malos—. Esto es verdadero, Leo. Miguel me está engañando.

El castaño dejó el café de lado y se acomodó para escuchar sus razones.

—Encuentro ropa que no es mía ni suya debajo de nuestra cama después de mis viajes, siempre deja su teléfono en silencio, cambió su contraseña... —bebió un poco de café antes de seguir—. Y hace poco lo escuché en una llamada...comprometedora.

Leo hizo una mueca y asintió, también bebiendo un poco para quitar el mal momento. Se escuchaba convincente, pero era precavido con su amigo.

Sus celos eran extremos. Era violento cuando alguien siquiera hablaba con Miguel, por eso temía tanto que encontrara algo.

—¿Qué vas a hacer?

—Diré que voy a salir a un viaje de negocios. Veré si puedo encontrar algo y atraparlo en el acto. Tengo una cena con Camilo y él en la noche.

—¿Ya le contaste a Camilo?

Hiro hizo una suave mueca. Camilo era su mejor amigo, pero no pensaba decirle.

—Se lleva bien con Miguel, sabes lo difícil que fue hacer que confiara en él. Si rompo su confianza ahora y estoy equivocado...las cosas se pondrán incómodas entre ambos para siempre.

Leo suspiró y tocó el hombro de su amigo, sonriéndole con gentileza.

—Solo...no pierdas la cabeza. ¿Bien?

Hiro asintió suavemente, sin embargo, algo dentro de él le advertía que encontrar lo que buscaba lo volvería loco.

***

Esa noche se preparó una agradable cena. Camilo se mantuvo cerca de Hiro, charlando y riendo mientras bebían vino y pasaban una agradable noche.

Miguel entró a varias de sus conversaciones y Hiro estuvo intranquilo mirándolos. Si descubría que Miguel estaba engañándolo, aquella confianza se esfumaría. No quería ver a su amigo furioso por eso.

Tomó su copa y les sonrió a ambos.

—Bueno, les agradezco que estén aquí antes de que me vaya. Los voy a extrañar.

Cicatrices [Camiguel Angst Week]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora