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Julio [Jueves 21] 16: 42
Vacaciones de invierno y no es algo por le que esté muy emocionada en realidad, estoy en la Universidad, específicamente en la biblioteca, me sentía aburrida y cuando me siento así usualmente me pongo a investigar algo y que mejor que usar los recursos de la Universidad.
Necesito que en mi mente haya algo más que el nombre de Ariadna.
Después de la fiesta no supe nada de ella, solo se iría de vacaciones con su familia. Por lo que sé, gracias a Levi, quiso desconectarse un poco de todo, quería despejar un poco la mente.
Tal vez yo deba de hacer lo mismo.
Ariadna
Ariadna
Ariadna
El problema es que en lo único que mi mente piensa es en ella y en las palabras que dijo, simplemente no las puedo sacar de mi cabeza. No esperaba una respuesta, mucho menos esa respuesta.
Siento una confusión abrumante al no entender lo que aquellas palabras significan realmente, ¿eso significa que de verdad tengo una oportunidad? No quiero hacerme falsas ilusiones, pero mi corazón mantiene la esperanza de que si existe una oportunidad, que tal vez ahora Ariadna solo necesitaba un espacio para aclarar su mente, que se dará cuenta de que yo puedo tratarla mejor y después de eso yo podría intentarlo.
Ambas podríamos intentarlo.
Suspiro
Tal vez solo estoy teniendo demasiada fe en mí misma, pero es lo único que me queda para convencerme a mí misma de que tengo una posibilidad de gustarle a Ariadna.
La verdad es que necesito de manera urgente despejar mi mente. Tomé mis cosas y camino hacia la salida, ni siquiera querer investigar sobre algo nuevo es suficiente para sacar a esa pelirroja de mi mente.
Empiezo a vagar por toda la Universidad, esta está vacía, algo bueno para mí. Me senté en el patio, apoyada en la pared y comienzo a hurgar en mi mochila, reviso los cuadernos, los hojeo esperando encontrar algo interesante hasta que un trozo de papel cae de uno de ellos
❝Quiero ser tuya
Como las estrellas son de la luna
Cada que el sol se esconde
Y comienza la noche❞
Es una pequeña carta que le escribí a Ariadna, una especie de confesión muy cursi que hace que mis mejillas se sonrojen.
