My Home --¥Yoonmin¥--

🍂D-I🍁

Solar se encontraba a las puertas de ese enorme edificio. A pasos tranquilos se acercó al recibidor, siendo mandada al décimo piso con las instrucciones de esperar a que la persona previa a ella saliera. Solar asintió y, tomando el ascensor, respiró profundamente. Una vez llegó, tomó asiento en el pasillo. Los minutos pasaron en ese asiento; su celular no se movía de la foto antigua de Yoongi. Había procurado que el rostro de Yoongi no se viera.

A los minutos salió una señorita. Solar la saludó por respeto y luego tocó la puerta, esperando la indicación.

-- Pase -- se escuchó a los pocos segundos. Lentamente empujó la puerta, cerrándola una vez ingresó. -- Buenos días, señorita, ¿en qué la puedo ayudar? -- habló un sujeto. Era un hombre mayor, sus cabellos blancos bañando su cabeza. Solar se acercó y tranquilamente tomó asiento frente a él.

-- Buenos días, hace unos días estuve haciendo una investigación sobre la moda y sus complementos para mi clase -- Solar tenía que obtener respuestas, pero a la vez no quería hacer algún movimiento que terminara afectando a Yoongi, así que usaría su rostro tan bien preservado para obtener información --. Y la verdad, cuando llegué a la marca de sus joyas, me sorprendí al descubrir la historia de Roseeil.

-- Oh, entiendo, continúa -- Solar relamió sus labios, sintiéndose un poco nerviosa.

-- Y bueno, después de buscar bastante información, terminé encontrando esta foto -- mostró la foto del collar --. El niño de ese orfanato llevaba puesto uno de los pocos collares que se hicieron... Y realmente me pareció algo muy curioso. Leí en las noticias los actuales propietarios y solo uno de ellos está perdido y fue por ese fatídico accidente... -- mencionó lo último de manera insegura. Hablar de ese tema con alguien afectado directamente puede llegar a ser muy duro.

-- Mira... entiendo tu curiosidad, pero prefiero mantener lo de mi familia lo más privado que pueda. Comprendo que tengas dudas y que es mejor venir a la fuente para saldarlas, pero hay cosas que por respeto no puedo mencionar -- Solar asintió tranquila con la cabeza.

-- No se preocupe, yo lo entiendo. Perder un hijo no es fácil...

-- No, no lo entiendes. A menos que me digas que perdiste a uno, no lo entenderías. Es fácil verlo desde fuera y sentir empatía, pero eso no es ni la pizca de lo que esa persona está viviendo en su cabeza día tras día -- Solar también sabía lo que es perder a tu familia. Por esa razón, en lugar de sentirse atacada, solo sintió el dolor en sus palabras, lo que provocaba una leve punzada en su corazón.

-- Realmente me disculpo por ser tan impertinente. No es un tema que debí mencionar tan libremente -- se puso de pie e hizo una venia --. Muchas gracias por su tiempo. Yo...

-- Antes de que se retire, ¿podría decirme algo? -- su voz sonando un poco apresurada, Solar asintió --. La foto... ¿de dónde la sacó? ¿No sabe dónde fue tomada? -- un brillo apareció en sus ojos. Algo de esperanza, pensó Solar. Después de todo, el cuerpo de su nieto nunca fue encontrado...

-- No, señor, esta foto solo la encontré entre unos libros, pero no sé con exactitud el lugar ni quién portó el collar -- respondió un poco nerviosa.

-- Ya veo. Fue un gusto recibirla, señorita -- bajó su vista a sus papeles --. Que le vaya bien -- sonrió.

-- El gusto es mío -- Solar llevó una de sus manos a la chaqueta del señor, "quitando" unas cositas pegadas --. Listo, disculpe -- sonrió un poco --. Me retiro.

Con eso dicho, se retiró de la oficina y salió de ese edificio. Se subió a su auto y comenzó a conducir hacia algún laboratorio. Tal vez no había conseguido lo que quiso en primera instancia, pero logró conseguir otra cosa. Envueltos en un papel se encontraban tres cabellos del señor que acababa de ver.