CAPITULO 4

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No estaba acostumbrada a arreglarse tanto, por eso le asombrada que las ondas en su larga cabellera que caía sobre su espalda y el ligero maquillaje en su rostro la transformaban totalmente. Frente al espejo, parecía una persona completamente diferente y, aunque le gustaba, temía que no bastara para Min Ho.

No era tan hermosa como habría querido, tenía un aspecto bastante común; ni el peinado, ni el maquillaje podrían hacerla lucir tan bella como lo era Suzy. Aun así, estaba conforme con su imagen.

—¿Ya estás lista? —escuchó preguntar a Il Woo.

—No tardo.

Acomodó el ligero escote de su vestido rosa claro, casi blanco, y los delgados tirantes, luego levantó un poco el largo del vestido para verificar que sus zapatillas plateadas estuvieran limpias y presentables.

Se observó nuevamente en el espejo de cuerpo completo, amaba mucho el vestido porque Min Ho lo escogió para el cumpleaños de él, pero ella era quien festejaba un año más de vida y pensó que no era justo estrenarlo. Había comprado ropa casual para celebrar con su amado, pensando en ir a una hamburguesería, pizzería o alguna cocina económica para pasar una tarde juntos.

Sin embargo, Min Ho había insistido en que ella usara el vestido porque le tenía preparada una gran sorpresa. Al principio, Tn creyó que era una promesa que él pronto la olvidaría; como la fecha se iba acercando, la chica comenzó a notar que Min Ho se ausentaba del trabajo, después Il Woo lo seguía a todas partes. En los últimos días, en la empresa comenzaban los cuchicheos, las evasivas y hubo muchos cambios repentinos en el personal.

Pensar en esas semanas embarazosas, una sonrisa iluminó su cara. No estaba preparada para enfrentar a la multitud, ser el centro de atención y recibir elogios de la gente que apenas conocía. En verdad que ese hombre estaba loco.

Al sentir los nervios a flor de piel, respiró varias veces hasta relajarse un poco y, al sentir que su cuerpo dejaba de hormiguear, abrió la puerta.

—Véndame los ojos porque tu novio es capaz de asesinarme —bromeó Il Woo al verla tan hermosa.

Tn rio, agachando la cabeza para ocultar sus mejillas ruborizadas.

—Y sonrojada estás aún más preciosa —ella, entre sus manos, cubrió su cara del varón—. Oye, no debes esconderte, deja que admire un poco tu belleza antes que Min Ho me arranque los ojos.

—Mejor vámonos —rio, nerviosa.

Il Woo hizo que le tomara del brazo, la guio hasta el coche y la ayudó a subir. Después de cerrar la portezuela, corrió para entrar al vehículo.

—En serio, hoy estás espectacular —no dejó de mostrar su radiante sonrisa—. Hasta creo que me estoy enamorando de ti.

—Basta de bromear, no es divertido —soltó una risita al chuparse el labio inferior.

—No te sientas tímida; es verdad que tu... —el joven se aclaró la garganta—, novio quedará impresionado. Creo que con la palabra impresionado me quedo corto —arrancó el coche y decidió no continuar al verla tan sonrojada.

Durante el trayecto al salón, no hablaron nada, pero el viaje fue corto; los nervios aumentaban al acercarse más al lugar porque nunca tuvo una gran fiesta ni estaba acostumbrada a festejar su cumpleaños.

—¿No piensas salir?

—Estoy nerviosa —confesó con una mueca graciosa provocando que el joven riera.

—Nadie te va a comer, y no te preocupes por Suzy, ella no va a venir.

Tn apoyó su mano en la portezuela ignorando la mano de Il Woo.

AMOR INCONDICIONALDonde viven las historias. Descúbrelo ahora