Capítulo 26

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Capitulo 26

-¡Justin, Justin… No me dejes!-Tirada en el suelo, con mis brazos alrededor de sus piernas, evitando que se vaya… evitando que me deje. Apenas lograba respirar, estaba devastada, no quería que se vaya y aunque el jurara volver, yo sabria que no lo veria durante mucho tiempo. Tenia miedo, miedo de perderlo para siempre, de no ver nunca mas aquellos brillantes ojos miel, de nunca mas poder deslizar  mis dedos entre sus cabellos, y lo peor de todo… no poder volver a besar esos exquisitos labios que me avivan.
-Te lo prometo… volveré. Esto es por tu bien, volveré y podremos estar juntos-Se puso de cuchillas e hizo levantarme-Te amo y yo te prometo, te juro por mi vida que nos volveremos a ver-Acaricio mi rostro con ternura y me miro directamente a mis ojos-Lo lamento tanto.

-¿Por qué aceptaste ese trato? ¿Por qué, Justin? ¿Por qué?-Mis lagrimas mojaron las yemas de sus dedos. Vic miraba desde su asiento toda la escena con una sonrisa, le divertía todo esto, mi sufrimiento, el de Justin.
-Necesito que estes bien, que estes a salvo. Quiero que me prometas que viviras normalmente, que seas feliz-Apoyo su frente con la mia y nos miramos, una mirada llena de melancolía-que me olvides-susurro por ultimo.
-Jamas te olvidare, te amo, jamás ame a alguien tanto como a ti… no me dejes-murmure con la voz entrecortada.
-Su tiempo se termino-Vic se levanto de su asiento y empujo a Justin de mi lado. El me dio una ultima mirada, y movio sus labios, sabia perfectamente lo que trato de decirme: Te lo prometo.

Desde ese dia aun espero su llegada, jamás cumpli su promesa, jamás pude retomar mi vida, jamás pude ser feliz. Habia vuelto a New York, había vuelto a mi antiguo colegio, pero nada era igual… nada.
Mi grupo de amigos se distanciaron de mi, siempre estaba sola, aislada del mundo. Me sentía sola a pesar de tener tanta gente a mi alrededor, no quería vivir mas, pero lo único que me mantenía viva era su llegada… no mi hermana, no mi madre… Él, solo él me mantenia con vida.
Mas de un año esperándolo, mas de un año de sufrimiento, mas de un año con pesadillas…  pero aun asi seguía esperándolo con la misma chispa de esperanza todos los días. Mi madre había conseguido un nuevo departamento, pequeño y barato, Vic nos había robado todo el dinero que nos había dejado mi padre, todo. No nos había dejado ni un solo centavo y mi madre trabajaba de camarera en un restaurante mediocre y su sueldo apenas y nos alcanzaba para pagar la renta del departamento.
Laura, mi hermana,  ya no era la misma de antes, ya no era la niñita alegre que jugaba con sus muñequitas… ahora era una niña apagada, que no hablaba con nadie y apenas comia. Su estado de salud preocupaba, mi madre hacia lo posible por animarla, pero nada podía hacerle sacar una sonrisa. 
Me dolia en el alma que le había pasado, sabia que de alguna u otra manera, aquel bastardo las pagaría… y muy caras.

2 de Julio de 2015, maldita sea esa fecha. Queria desaparecer, ya no valia la pena esperarlo… ya no podía mas, no podía. Lo había esperado lo suficiente, había estado casi dos años esperanzada en que el iba a aparecer, que iba a rodear su cuerpo con mis brazos, que iba a besar sus labios, aspirar de nuevo su dulce aroma… pero nada de eso pasaba.
Caminaba por las calles de New York, eran las 22:30 pm. y en la zona del departamento que había alquilado mi mama era muy peligroso andar sola a esas altas horas de la noche. Mi madre vivía trabajando para poder darnos un hogar y un plato de comida diariamente y mi hermana nunca estaba en casa, siempre con sus nuevas amistades.
Segui dando pasos por las calles, todo estaba muy oscuro, solo los postes de luz alumbraban el lugar, y eso de alguna manera me reconfortaba aunque sea un poco. Senti unos pasos acelerados detrás de mi, mire hacia atrás… nada. Segui caminando con algo de miedo, miraba cada dos segundos hacia atrás y a la quinta vez que mire vi un hombre. Un hombre alto y robusto, vestido de negro, solo eso podía ver… una persona.
El acelero su paso y yo asustada comencé a correr, corri mas de cinco cuadras lo mas que mis piernas me permitían. Ya cansada comencé  a disminuir la velocidad, pero nunca deje de correr… hasta que cai al suelo; me había atrapado…, estaba encima mio.
El no hablo, solo me arrastro hacia un callejón cercano de allí y me empujo contra la pared, mi cabeza dolio tanto que mis lagrimas no tardaron en salir.

-No tengo dinero-hable temerosa. El solo rio y comenzó a golpearme el estomago brutalmente.

Tras varios golpes que me dejaron tendida en el suelo, el me levanto de mi chaqueta y estampo un beso en mis labios, recorrió todo mi cuello. Estaba desesperada, ya mis piernas no podían sostenerse por si mismas, mi mente no podía articular pensamiento alguno.
El hombre seguía manoseando mi cuerpo, trate de gritar, pero el cubrió mi boca con su mano. Miraba el cielo, miraba a todos lados menos a el, no quería ver nada mas… no quería que esto pasara de nuevo.
-¿Asi que tu eres la bonita sobrina de Victor?-rio y apreto mis muslos. Pegue un grito y el me golpeo y allí fue… cuando todo el infierno comenzaba de nuevo en mi vida.
Cuando termino todo, se acomodo sus ropas y tiro dos objetos al suelo. Una rosa negra y una pequeña tarjeta blanca.

-Nos veremos pronto-Se despidió y me dio una ultima patada en el estomago. Me quede allí, sola como alguna vez estuve hace unos años atrás, confundida y con el corazón hecho pedazos.  Observe la carta y la rosa, con las manos temblorosas cogi ambos objetos entre mis manos y lei el pequeño papel:

2 de Julio.

Solo eso decía, solo eso bastaba para saber quien había sido el causante de todo esto. Trate de levantarme, trate muchas veces de hacerlo, pero no podía, ya no quedaban fuerzas en mi cuerpo ni en mi corazón. Necesitaba tener una vida normal, perdi mi infancia y mi adolescencia completa por culpa de mi tio, con dieciocho años me había dado cuenta que no valia la pena seguir luchando… el siempre estaría allí.

Siempre.

Luego de varios minutos por fin había logrado levantarme, mis  piernas temblaban, mi cabeza y toda yo estaba destrozada. Mire la rosa y el papel, pensé en llevarlos pero los deje allí, a tropezones fui caminando de nuevo a casa.
Ni todo el llanto del mundo servia para liberarme de aquel dolor. Llegue a la puerta de mi casa, toque timbre y al instante abrió mi hermana con sus cabellos negros y rosas, sus piercings en el rostro y su triste mirada, la empuje con las pocas fuerzas que tenia y me dirigi a mi habitacion, a los pocos segundos Laura entro corriendo con la respiración entrecortada, me desplome en el suelo y ella se arrodillo junto a mi abrazandome.
-Perdoname-susurro llorando y de su bolsillo saco un papel arrugado. Lo desdoblo y me lo mostro:
Volveré.

-Decidi no contártelo-agacho su mirada-lo habían dejado en mi casillero, pensé que era alguna broma de algún compañero, pero no me convenci de ello. No quise asustarte-seguia hablando por lo bajo-perdoname.
-No te culpes de nada. Las pagara…-al instante de decir aquello, tocaron la puerta principal. Mire a Laura y le hice una seña de que se escondiera, ella se tendio en el suelo y de a poco se escondió debajo de la cama.
Con el corazón un poco mas en las manos, camine despacio hasta la puerta.  Podria ser mi madre, pero ella llegaba a las 00:30 y apenas eran las 23:15, estaba asustada y tenia miedo por Laura mas que por mi. Abri con bruquedad y la persona que vi allí me dejo sin habla.

-Justin-susurre apenas audible-Justin… ¿Eres tu?-atonita por su presencia me abalance hacia el.
-Pequeña, ¿Estas bien?-acaricio mis cabellos y a pesar de estar sucia el me abrazaba con fuerza.
-Pense que habías muerto… ¡Oh, Justin!-comence a llorar en su hombro, con sentimiento, lo sucedido hace unos pocos minutos y su llegada me habían causado un sinfín de emociones.
-Perdoname. Tuve que hacer todo lo que el decía, el trato era que nunca mas te volviera a tocar, ni siquiera que te mirara… y lo escuche hablar con uno de sus trabajadores y le entrego una rosa con un papel. Cuando vi la dirección de tu casa, algunas fotos tuyas en tu habitacion… eso me hizo reaccionar y vine hacia aquí-me miro directamente a mis ojos, el seguía igual que siempre, tan hermoso… pero triste.
-Te extrañe tanto, Justin… te extrañe tanto. No me vuelvas a dejar, por favor-rodee su cuello con mis brazos y con desesperación jale sus cabellos, quería estar tan cerca de el, no quería que me deje.
-Tengo tantas cosas que explicarte. Pero necesito que te recuestes, por favor.

Llévame lejos [Justin Bieber] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora