único

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había un lindo viento que provocaba escalofríos en los habitantes de Seúl, las tiendas estaban empezando a cerrar por el repentino frío que inundó esa supuesta, tarde soleada.
y mientras el asfixiante frío inundaba las calles, un lindo castaño pintaba un cuadro en su cálido hogar, mientras era abrazado por la suave tela de sus prendas.

Seokjin no se acostumbraba a salir, y si lo hacía, siempre era en días totalmente soleados, él era un berrinchudo cuando pescaba un resfriado y no pensaba en molestar a su novio tan solo para que lo cuidará; si, quizás amaba que taehyung lo trate como bebé, pero sabe perfectamente que él también tiene ciertas responsabilidades.

pero cierto castañito no esperaba una visita de su mencionado novio

dos leves golpeteos en su puerta lo despertaron de la concentración que mantenía al pintar con sus acrílicos.
se dirigió a la puerta con sus piernas adormecidas debido a su forma de sentarse y con pereza abrió la puerta. se sobresaltó al sentir un gran cuerpo abalanzarse sobre él y dos fornidos brazos sujetando su cintura.

"¡cariño! te extrañe tanto..." exclamó su contrario.

"aiñs, tete... ¿por qué no me dijiste que vendrías?" respondió el menor, enrollando sus piernas alrededor de la cintura de su novio, escondiendo su cabeza en el fornido pecho de este.

"quería sorprenderte, amorcito... ¿no te gusto mí sorpresa?" taehyung mostró un tierno puchero que prontamente fue besado por jin. cerró la puerta detrás suyo con una suave patada y dirigió sus piernas al sofá con su novio aún en brazos.

"claro que sí... pero ahora estoy algo dormido y no me gusta como me veo recién levantado, ¿entiendes?" explicó jin. "a mí me encanta que estés aquí conmigo..." seokjin escondió su cabeza en el pecho de taehyung, avergonzado de su apariencia.

"pero si tu siempre estarás bonita, eres como una muñequita. mí muñequita." taehyung estrujó las mejillas de jin; era tan fácil aplastar esa parte de su cara, era blandito y con sencillez deja marcas rojizas, era delicado.

delicado y bonito como una muñeca.

el menor se estremeció ante el apodo que le otorgó su hyung, sin embargo, extrañamente le gustaba que lo tratará de esa manera, con pronombres femeninos. aparte de que taehyung piense que es tan lindo que lo compare con muñecas, esas que están perfeccionadas para que siempre estén bonitas.

tete piensa que jinnie fue diseñado para ser perfecto.

era imposible que tenga unas facciones tan delicadas, piel limpia, pestañas largas, ojitos grandes y brillosos, belfos rojos con un tenue sabor natural a cereza, seokjin tenía una bella esencia y similitud a una hada.

taehyung tan solo era un chico que amaba la ropa vintage y se llenaba de libros, libros que abarcaban en escolares y románticos para su propio entretenimiento; y cuando leía tranquilamente, inesperadamente esa hada se paró en frente suyo y le pregunto tímidamente si podía acurrucarse a lado suyo.

¿quién era taehyung para rechazar a tal belleza?

pasaron la tarde acurrucados y así era cada día de la semana. la hadita le pedía a ese lindo príncipe que le leyera esas historias románticas y antiguas cada día, su voz era grave y profunda, lograba tranquilizarlo en demasía y simplemente sentía que ese desconocido era su tipo. su chico ideal.

"eres tan limmda..." el mayor mantenía su agarre en los cachetitos del menor, eran gorditos y bonitos. parecían pelotas anti-estrés, necesitaba esa dosis diaria.

y por esa razón fue a su casa.

"te quiero comer las mejillas." murmuró taehyung, se acercó a la cara de jin y mordió el cachete de él con los labios para no lastimarlo ni llenarlo de saliva.

"¿no lo harás de verdad no?" cuestionó jin, sujetando los hombros de su chico.

"claro que no, son como remedios, me hacen sentir bien." respondió kim, acurrucando a seokjin en sus brazos.

el mayor se tomó el tiempo de apreciar la vestimenta de su acompañante. llevaba una blusa holgada de color negro, una minifalda blanca y en sus piernas se adhieren medias de red que apretaban sus muslos obscenamente; y al final, tan solo había medias del mismo color que su faldita que estaban por debajo de sus rodillas.
eso tan solo le daba ganas de comer a su hadita andante, tenía un cuerpo tan etéreo, hecho para apreciar por el mundo.

pero él es el único con ese privilegio.

Kim se avergonzó al sentir esa perversa mirada de su novio en su cuerpo, cada rincón de su cuerpo había sido explorado por las manos de taehyung, sin embargo, continuaba con sus típicos sonrojos al recibir cumplidos de su parte. más que nada porque su hyung tenía un coqueteo natural en su ser, nunca perdía el tiempo y siempre le regalaba guiños, sonrisas coquetas y múltiples toques subidos de tono.

taehyung estampó sus labios contra los de jin, recibiendo fácilmente el acceso a la cavidad bucal de este, explorandola con su lengua.
kim sujetó al azabache de sus muslos y rápidamente comenzaron a subir las escaleras torpemente entre risitas traviesas tratando de seguir su besito descontrolado.

al llegar arriba y estando más tranquilos, el castaño depositó el frágil cuerpo de seokjin en la acolchonada cama, comenzó a quitarse sus zapatos, que iban acompañados de su chaqueta. tan pronto se quitó las mencionadas prendas, se recostó encima del cuerpo contrario.
enrolló sus brazos en la estrecha cintura del menor, bajando la minifalda que se había subido en el proceso, apoyó su cabeza entre los pechos de su muñequita y se acomodó de modo en que sus sedosos mechones quedarán frente a la carita de jinnie y este pueda otorgarle mimos.

quizás el menor pensaba que su hyung quería otra cosas, pero no pudo evitar mostrar una tierna sonrisa al ver cómo tete se recostaba en sus pechos como un osito cariñosito en busca de amor.

¿y saben qué pasó? taehyung y seokjin pasaron esa tarde fría acurrucados en la cama del último mencionado, disfrutando una larga sesión de mimos, desde besitos inocentes, hasta abrazos de oso.

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𝐒𝐐𝐔𝐈𝐒𝐇𝐘 𝐃𝐎𝐋𝐋┊͙ 𝐓𝐀𝐄𝐉𝐈𝐍Donde viven las historias. Descúbrelo ahora