CAPÍTULO 40

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¿PE...PERDÍ?

Mierda, viernes, lo que significa carrera y dinero. He estado faltando estas últimas semanas, pero volveré y a ganar.

Salgo de clase con mi mochila en el hombro y me voy a mi moto. Hoy Alex no ha venido y Zack tampoco, me dijo que tenía un problema con Sofia.

Al llegar a casa me encuentro con Ailén en el salón y Ara encima de ella besándola, sonrió de lado y apoyo mi hombro en el marco de la entrada.

Suelto las llaves escandalosamente y se separan de un salto.

—Hombre, ¡chicos!— saludó cerrando la puerta con un pie, entro y dejó la mochila cerca al salón.—¿Habéis comido? Pero creo que estabais ocupados.— digo y de reojo veo como Ara me quiere matar y Ailén esta roja.—Vale, lo siento.— me siento junto a Ailén.

—Necesito que me ayudes en lengua, escuche que eras la mejor. ¿me ayudas? Por fa— le ruego y ella sonríe.

—Vale.— dice cogiendo su mochila, cojo la mía y la sigo por las escaleras.

—Lo siento por arruinarte el rollo, pero es mi amiga, no te metas con ella ¿si? Gracias.— le despeino un poco al alzar por su lado.

—Que asquerosa eres.— se cruza de brazos.

—¡Yo también te quiero!— gritó subiendo las escaleras. La chica ya está en mi habitación y me sorprende que está mirando sin ninguna vergüenza.

—¿Marvel? Prefiero DC— dice mirando mis postres de Marvel. Abro la boca indignada y me llevo una mano al pecho.

—Oh, Ailén, si quieres algo serio con mi hermano tienes que verte todas y cada una de las películas de Marvel, somos digamos que unos "obsesionados" con Marvel— me siento en mi cama.

—Le conquistare con DC— se encoge de hombros muy segura, lo que me gusta.

—Deberías de ser así de segura enfrente de todo el mundo— le sugiero y ella me mira con una pequeña sonrisa.

—Aunque quisiera, no lo consigo.— se sienta junto a mi.

—Lo lograrás, las rubias son su debilidad. A demás me caes bien, así que te ayudaré, mi hermanito necesita amor.— le empujó con el hombro suave de juego.

—Nah, en equipo se puede.— dice sonriente.

—Cuando os estéis casando quiero ser la madrina. Y si tenéis bebés quiero ser la mejor tía de la historia.— me imagino a Arakiel con dos bebes y me da risa. Sería increíble verle ser papá.

—Oye, ya estás yendo muy lejos. Solo nos conocemos de hace tres semanas.—

—Pero os he encontrado besándoos.— la molesto y se enrojece un poco.

—¿Y lo de lengua era verdad? O ¿solo era para molestar a tu hermano?— pregunta.

—Nah, era para hacerle una broma, pero no esperaba que me siguieras el juego.—

—No soy tan fácil.— dice y le choco los cinco.

—Nah, seremos increíbles rompecorazones.— decimos y reímos un poco.

—Nah, todo calculado. Inseparables rompecorazones.— nos nombra y reímos tirándonos a la cama.

—Me caes bien, generalmente siempre me he llevado mal con tías.— confieso

—Punto más para mi— levanta las manos victoriosas y se ríe. Me contagia la risa y empezamos a lanzarnos almohadas y peluches, para dejar de reírnos, pero es imposible por que nos da más risa.

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