— Tu castigo me está complicando mucho la vida.
— Hola, Jimin. Yo también me alegro de verte.
Cerré la puerta del coche y mi hermano salió del aparcamiento.
— ¿Qué prisa tienes?
— Tengo que ir a trabajar.
— ¿Por qué no ha venido a recogerme mamá?
— Tiene no sé qué feria de artesanía fuera de la ciudad.
— ¿Un jueves por la tarde?
— No sé todos los detalles. Pregúntale a ella.
Me callé.
Se notaba que mi hermano estaba harto.
Levanté la mano, me quité la goma elástica que me sujetaba el pelo y me pasé los dedos por los rizos.
— Mamá dijo que alguien iba a ir a recoger a SooBin dentro de un rato para llevarlo a su primer entrenamiento de béisbol —añadió él— así que asegúrate de que coma algo enseguida.
— Vale.
— Y supongo que de cena habrá lo que tú quieras.
Eso quería decir cereales fríos.
— Vale.
Detuvo el coche el tiempo justo para que me bajara y se marchó otra vez.
— Gracias por el paseo —les dije a las luces traseras.
Dentro de casa, grité hacia el cuarto de la televisión:
— Bin, a comer, que tienes béisbol.
Luego fui a mi habitación y me cambié los vaqueros por unos pantalones cortos sueltos, la camisa por una camiseta sin mangas y los zapatos planos por unos calcetines de lana que me llegaban hasta las rodillas, lo de las medias era porque quería vestirme como si fuera verano, aunque técnicamente tirábamos ya para el invierno.
El invierno más caluroso de Seúl, pero invierno, al fin y al cabo.
Me sentí mejor hasta que tropecé con la funda de la guitarra.
Gruñí y la metí debajo de la cama de una patada.
Mi puerta se abrió con un crujido.
— Ay, por favor, llama —dije.
Cuando me giré, vi a Yugyeom de pie en la rendija.
Empujó la puerta para terminar de abrirla, pero no atravesó el umbral.
Debería haber abierto los brazos y dejado que viniera corriendo hacia mí, pero no lo hice.
Le ofrecí una sonrisa fría.
— ¿Sí?
— ¿Me haces unos cereales?
— Tú ya sabes hacerte los cereales, pequeñín.
Miró el espacio que había debajo de mi cama con el ceño fruncido.
— Yo no he sido.
Suspiré.
— Yug. Es importante reconocer nuestra culpa cuando hacemos algo mal. Si no puedes decirme qué has hecho, ¿cómo quieres que me crea que lo sientes?
Hizo un puchero.
— Siento que me odies.
Suspiré.
— Me enfada que mi guitarra esté rota y me enfada que toques mis cosas sin permiso, pero no te odio. Nunca te odiaré.
— Yo no he sido.
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✔ ✏ 𝓟𝓓. 𝙼𝚎 𝙶𝚞𝚜𝚝𝚊𝚜 「TK」
Random-: ✧ :-゜・. • • • -: ✧ :-゜・. Para distraerse en clase de Química, Jeon JungKook escribe en la mesa un fragmento de la letra de una de sus canciones favoritas. Al día siguiente, descubre que alguien escribió la continuación de la letra de la canción...