✏ Capítulo 28 ✉

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Imaginarme la cara de Tae Hyung al leer sus cartas me cabreaba y a la vez me resultaba extrañamente satisfactorio.

Me cabreaba porque era muy lindo y él lo sabía, lo cual me enfadaba.

Por otro lado, me resultaba satisfactorio porque era agradable ponerles cara a las palabras.

Las hacía más personales.

Aunque la cara en cuestión me cabrease...

¿Han hecho ya las paces tu hermano y tú? Ya casi es Acción de Gracias. No sé qué tiene que ver eso con hacer las paces con tu hermano, pero las fiestas siempre parecen ser un buen momento para hacer... Bueno, lo que sea, supongo.
¿Qué es el día de la Independencia de Corea? Pues comemos y reunimos a la familia. ¿Qué es Semana Santa? Mejor que hagamos las paces con el vecino que se encargó de arruinar nuestra valla. ¿Qué es el cumpleaños del presidente Wang? Pues compramos un sofá. De hecho, mi madre compró uno la última vez. Yo ni sabía que necesitábamos un sofá. Creo que lo compró simplemente porque era un día de fiesta. En fin, que me voy por las ramas. ¿Qué quiero decir con esto? Que es, casi, Acción de Gracias. Es hora de hacer lo que llevas tiempo pensando hacer. Yo también lo haré.

Y así terminó la carta.

De aquella forma tan imprecisa que me dejó muriéndome de ganas de saber qué pretendía.

¿Qué era lo que llevaba tiempo pensando hacer?

Me mordí el labio.

¿No había jurado que no iba a responder?

Pero bueno, ¿qué era una carta más?

Tal como estaban las cosas...

¿Qué llevas tiempo pensando hacer? ¿Escuchar la discografía entera de Pink Floyd de una sentada? Yo llevo
tiempo pensándolo. A lo mejor va a tener que ser eso lo que haga en Acción de Gracias, porque parece que mi hermano y yo ya hemos hecho las paces. O, al menos, ya he aceptado que nunca admitirá lo que ha hecho, pero es mi hermano. Así que, bueno, lo único que nos falta para hacer las paces es el abrazo oficial que lo arregla todo. Tiene que estar presente en todos los procesos de paz, porque los abrazos están llenos de poderes mágicos curativos. Y no sabía que hubiera que comprar sofás el día del cumpleaños de Wang. Mi familia tiene que ponerse un poco al día. Hablando de ponerse al día... ¿Cómo estás? ¿Va todo bien?

Metí la carta en su sitio, enfadado conmigo mismo.

Me sentía como un adicto que no podía dejar su droga, y eso me hacía enfadarme aún más con Kim.

No obstante, aquel era el último día antes de las vacaciones de Acción de Gracias.

Lo más probable era que un descanso de una semana me curase la adicción.

Como si me desintoxicara.

Y mejor aún que una desintoxicación, pensé con una sonrisa, sería salir con Yoongi.

En ello estaría dentro unas ocho horas.

[🥀]

Día cuatro de castigo.

Solo me quedaban seis.

Hasta entonces no me había ido tan mal, pensé al abrir la puerta para empezar mi hora.

Entonces entré y vi que Mingyu estaba donde me sentaba yo normalmente, hacia el fondo de la habitación.

Claro que me iba a robar el sitio.

Típico de él.

Me pregunté qué habría hecho para acabar en el aula de castigo aquel día.

Debería haber sido él quien se hubiera quedado allí tantos días, dado que era yo el que estaba cumpliendo su castigo.

Reclamé un asiento en el lado opuesto de la habitación.

Había una chica muy guapa de último curso sentada con Mingyu.

No sabía cómo se llamaba, pero los dos estaban dándole a la lengua.

Intenté ahogar su conversación bosquejando en mi cuaderno un diseño para una camisa.

Las camisas eran mucho más difíciles de coser que las faldas, pero me sentía preparado para ver cómo se me daban.

Se me había ocurrido hacer una camisa corta muy linda con el cuello ancho.

Ya había sacado la máquina de coser la noche anterior y había encontrado el material más adecuado entre mis retazos.

Solo tenía que averiguar cómo juntarlo todo.

Me estaba aislando con éxito de la estridente voz de Gyu hasta que le oí decir su nombre:

Tae Hyung.

Agudicé el oído.

— ¿Tae y tú están juntos ahora? —le preguntó a Mingyu la chica de último curso.

Yo también tenía curiosidad.

Mi lápiz se detuvo en el arco que estaba trazando.

— Sí —dijo él alegremente.

— ¿Y cómo ha sido?

— El otro día me pidió salir, así, de repente. Fue adorable.

— ¿Por qué?

— ¿Por qué, qué?

— ¿Por qué te pidió salir?

— ¿Por qué no? Tendrías que preguntarme por qué ha tardado tanto. Por fin se ha dado cuenta de lo que se estaba perdiendo.

Seguí dibujando.

Vale.

Estupendo.

Mingyu y Tae Hyung estaban juntos.

¡El mundo ya estaba en perfecto orden!

Kim había encontrado a su media naranja.

[🥀]
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⚘ Atte. ⚜☦ Ðҽʋιℓ Ɱιɳ ☽⋆

✔ ✏ 𝓟𝓓. 𝙼𝚎 𝙶𝚞𝚜𝚝𝚊𝚜 「TK」Donde viven las historias. Descúbrelo ahora