✏ Capítulo 30 ✉

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— ¿Qué hace este dentro de casa? —preguntó mi padre, pasando por encima del conejo.

Jimin y yo estábamos en el salón, viendo un documental sobre hormigas de fuego (idea suya, no mía) que me estaba pareciendo extrañamente fascinante.

Mi madre, sentada a la mesa y ensartando unas cuentas para hacer un collar, dijo:

—Necesita algo de ejercicio. Si tuviera una jaula más grande...

Le puso ojitos de cachorrito a mi padre.

— No voy a construirle una mansión a un conejo.

— ¿Acaso he dicho yo mansión? Chicos, ¿he dicho mansión?

Levanté las manos.

— No nos metan en esto. Ese conejo es el mal. Estoy de parte de papá.

— Aquí no hay bandos —dijeron mi madre y mi padre a la vez.

Jimin me miró, levantó las cejas y dijo:

— ¿Entonces no tenemos que volver a votar? ¿Nunca?

Mi padre se rió.

— Eso son solo juegos divertidos. Prepárense para votar por el mejor pastel dentro de dos días. He mejorado mi receta.

Minnie se levantó.

— Vamos, Kookie. Ven a dar un paseo.

— Pero no quiero. Las hormigas de fuego —señalé la tele.

Él me tiró del brazo.

— Venga.

—Vale. Vamos a dar un paseo.

[🥀]

Habíamos recorrido media manzana cuando me dijo:

— ¿Por qué has tirado el recorte de periódico?

— ¿Qué? —pregunté, aunque le había oído perfectamente.

— Ese que he estado viendo en tu pared durante semanas.

— No lo he tirado —dije—. Sigue en algún rincón de la habitación... Hecho una bola.

Jimin me golpeó en la cadera con la suya.

— Pensaba que por fin ibas a vencer tus miedos y a compartir tus canciones.

— Iba a hacerlo, pero mi guitarra está rota, así que ya no puedo.

No mencioné que a lo mejor Yoongi conocía a alguien que podía arreglarla.

No quería darme esperanzas, por si acaso al final no se podía hacer nada.

— Cómprate una guitarra nueva —dijo él al doblar la esquina.

— Sabes que no puedo permitírmela.

— Alquila una.

— Yo...

Él le dio un golpecito a un buzón al pasar por su lado, como si se hubiera puesto de su parte en la conversación.

— Eso pensaba. Te has aferrado a la primera excusa que has encontrado para abandonar la competición.

Fruncí el ceño, molesto.

— Jimin, mi guitarra está rota. La que tengo que usar para escribir la mitad de la canción. Creo que es una excusa bastante buena.

— Vale. Si esa es tu única razón, puedes compartir con la familia en Acción de Gracias la letra de la canción en la que has estado trabajando.

✔ ✏ 𝓟𝓓. 𝙼𝚎 𝙶𝚞𝚜𝚝𝚊𝚜 「TK」Donde viven las historias. Descúbrelo ahora