Mi madre entró en mi habitación y me puso delante una caja pequeñita.
— Kookie, necesito que me hagas un favor —dijo.
Distraído, levanté la mirada del cuaderno.
Había estado intentando ahogar mis penas escribiendo canciones, pero no me salían.
Seguía muy disgustada por lo que había pasado con Mingyu después del castigo.
— Eh... Vale —le dije a mi madre.
Cerré el cuaderno y me quité el pelo de los ojos.
— Necesito que vayas a entregar esto por mí —mi madre señaló la caja con la cabeza.
— ¿Qué es?
— Una pulsera.
— Vale. ¿Tienes la dirección? —me levanté.
Mi madre ya me había pedido que entregara pedidos a clientes otras veces.
— ¿Van a pagar cuando llegue o han pagado ya?
— No van a pagar. Es un regalo para pedir disculpas.
— No lo entiendo.
— De tu parte.
— ¿De mi parte? ¿Por qué? ¿Para quién?
Mi madre se puso las manos en las caderas.
— Porque el otro día vino un invitado y lo trataste muy mal. No hablamos de ello ese día porque era Acción de Gracias, pero ahora sí que vamos a hablarlo. Ese chico no pudo ser más amable y tú le hiciste sentir que no era bienvenido.
Estaba demasiado horrorizado para hablar, pero al final me encontré la voz.
— Lo sé. Lo siento...
Lo sabía y lo sentía de verdad, pero también tenía muy claro que no quería entregar esa caja y esperé con todas mis ganas que mi madre, al ver que mi arrepentimiento era sincero, no me obligara a hacerlo.
Porque, aunque nuestro invitado no se hubiera merecido el trato que le di aquel día, se lo merecía mil veces más por cualquier otro.
Y el novio tan horrible que tenía se merecía algo peor.
— Bien. No te resultará tan difícil, entonces —mi madre le dio un toquecito a la tapa de la caja y se alejó.
— ¡Mamá! ¡Espera!
Se detuvo.
— ¿No se lo puede dar Binnie el jueves durante el entrenamiento de béisbol? No hace falta que vaya yo ahora con tu coche.
El coche de mi madre estaba hecho casi polvo, estaba sucio y era muy de madre.
Aunque representaba bastante bien la historia de mi vida, intentaba evitar conducirlo a toda costa, especialmente por un barrio super fino en dirección a la casa de un chico que no necesitaba más razones para reírse de mí.
— O puedo dárselo en el instituto.
«O puedo no dárselo jamás en la vida»
— Me gustaría que se lo llevaras ahora, Koo —señaló la caja con la barbilla— Venga. Y asegúrate también de decir las palabras «lo siento» cuando estés allí.
Eso iba a ser imposible...
[🥀]
Llevaba años sin ir a la casa de Kim Tae Hyung y había esperado no tener que volver a pisarla jamás, pero ahí estaba yo, frente su enorme puerta de doble hoja.
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✔ ✏ 𝓟𝓓. 𝙼𝚎 𝙶𝚞𝚜𝚝𝚊𝚜 「TK」
Разное-: ✧ :-゜・. • • • -: ✧ :-゜・. Para distraerse en clase de Química, Jeon JungKook escribe en la mesa un fragmento de la letra de una de sus canciones favoritas. Al día siguiente, descubre que alguien escribió la continuación de la letra de la canción...