✏ Capítulo 45 ✉

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— Yo conduzco. Tú hablas —fue lo primero que me dijo SeokJin cuando nos subimos a su coche.

Me las había arreglado para devolver las llaves a su sitio en la oficia y di gracias a la suerte que había hecho que la señora Chan y Jin se pasaran todo el rato hablando.

Luego entré por la puerta principal de la oficina.

— Ahí estás —le dije a SeokJin como si hubiera estado buscándole por todo el
campus.

Él se volvió al oír mi voz con una mirada llena de instinto asesino.

Yo también intenté transmitirle con los ojos que lo sentía.

Me agarró del brazo y dijo:

— Encantado de hablar con usted, señora Chan. Gracias por la información sobre las normas de vestimenta.

— De nada, cielo. Hasta luego.

Después salimos en silencio, como si nos estuviera siguiendo un espía, sin mediar palabra hasta que llegamos a la seguridad del interior de su coche.

— Lo siento —dije, abrochándome el cinturón.

— ¿Por qué? ¿Qué ha pasado? —salimos del aparcamiento.

Una sonrisa se extendió por mi cara.

— Nada... Todo. Ha aparecido Tae Hyung. Supongo que me vio correr y me siguió.

— ¿En serio?

— Sí. Y lo sabía. Sabe que era yo quien escribía las cartas desde hace semanas, pero pensaba que lo odiaba y no quería decírmelo.

Jin se rió, confirmando sus sospechas.

— Así que estában siendo los dos unos idiotas.

— Sí. ¿Cómo has conseguido que la señora Chan hablara durante tanto tiempo, por cierto?

— ¿Qué? No. ¿A quién le importa? ¿Por qué me estás preguntando eso si no has terminado de contarme la historia?

Me reí.

— Vaya, pues sí que podría hacerme de rogar con esto para fastidiarte.

Él me agarró de la mano y apretó.

— Pero no lo harás, porque me debes una muy grande después de lo que acabo de hacer.

— Cierto. Muchísimas gracias.

— No necesito que me des las gracias. Necesito el resto de la historia. Cuéntame.

Apreté los labios para no volver a reírme.

SeokJin estaba retratando a la perfección cómo me sentía por dentro:

Lleno de emoción y felicidad compulsiva.

— Vale, perdona, perdona. A ver, ¿por dónde iba? Bueno, pues él me ha recitado la carta, que por lo visto había memorizado, y no me ha dejado sacarla del cajón. Básicamente, me ha dicho que le daba miedo no gustarme cuando descubriese quién era y que se sintió aliviado cuando supo que yo había estado haciendo lo mismo. Entonces me ha dicho que yo le gustaba. Así que lo he besado. Pero luego he recordado que me estabas esperando y he salido corriendo.

— Espera, ¿qué? —gritó Jin con la mirada fija en la carretera después de que el coche se desestabilizara un poquito— ¿Mencionas casualmente que lo has besado y luego sigues como si nada?

No quería mencionar casualmente que lo había besado.

Quería entrar en detalles, pero, de repente, con SeokJin al lado apretándome la mano, recordé algo en lo que no había caído mientras lo besaba:

✔ ✏ 𝓟𝓓. 𝙼𝚎 𝙶𝚞𝚜𝚝𝚊𝚜 「TK」Donde viven las historias. Descúbrelo ahora