El chico no podía estudiar tranquilo, los recuerdos de su pasado lo perseguían todo el tiempo ¿total que una chica tan asombrosa como ella no sería tan fácil de olvidar, verdad? Su vida no era la misma desde que la única persona en el mundo que lo llegó a amar ya no estaba a su lado, apoyándolo con una gran sonrisa en su delicado rostro como siempre lo había hecho.
Él quería buscarla, sabia que de verdad la necesitaba.
Pero no podía hacerlo, después de todo lo sucedido no podrían volver a estar juntos; en su mente recorría la culpa de haber hecho mierda a alguien que su único pecado fue amarlo sin importar lo demás.
Pero bueno... tenía un buen grupo de amigos; todo el mundo parecía quererlo por su carisma, salía a fiestas todos los fines de semana; lo único malo era que tenia que verle la cara a esa chica que le revolvía el estómago, todo porque asistían al mismo colegio.
Intento todo para llamar la atención de su amada; le arrebató su círculo social y la dejó con los pocos amigos verdaderos que tenía, coqueteaba con muchas chicas, era cariñoso con cualquiera, decía las mismas cosas que le decía a su chica a cualquier otro que se le atravesara; hasta intentaba amenazar a cualquier otro hombre que se le acercará con otras intenciones.
Todo en vano, ya que el realmente no sabía si llamaba la atención de ella o la chica simplemente se olvidó de su presencia por completo.
Cada vez se concentraba menos y se sentía peor ¿por qué tuvo que terminar así? Soy un idiota, si realmente hubiera sido diferente...De un momento a otro vio a alguien a lo lejos acercándose cada vez más a él; después de unos segundos se dio cuenta quien era.
Era una de las amigas de la chica.
Un poco asustado de lo que iba a pasar, intento disimular haber notado su presencia y empezó a leer superficialmente su libro de matemáticas.
-Hola, este... le tengo que entregar algo
-¿Es de ella?
-Si, lo es.
Por el bien de nuestra mejor amiga Abbie y yo decidimos que era mejor que yo le entregara esto.
-¿Puedo saber que es?
-Compruébelo usted mismo y sáquese de dudas.
Dijo la mejor amiga de ella, lin mientras se alejaba con su mirada fría; de verdad nunca le agrado la presencia del chico.El chico conmovido por lo que acababa de pasar, decidió agarrar la caja que le acababan de dar a su posesión, y lentamente empezó a abrirla...
¿Cartas?
Habían un montón de ellas; el realmente no sabía como reaccionar.
No se esperaba ese regalo tan peculiar, porque aunque a la chica le encantaba escribir cartas, después de lo sucedido nunca se esperó que ella hiciera eso por el; de hecho, no esperaba que ella volviera a determinarlo.
Después de un momento de confusión, supuso que la mejor decisión era irse de ese lugar, llegar a su habitación y leer al menos una, ya que la curiosidad lo estaba matando.
Así que recogió todas sus cosas de la mesa en la institución y después de un largo camino donde un montón de emociones se fusionaron; por fin llegó a su casa.
Entró corriendo, tiró sus cosas y miró fijamente la caja mientras la abría lentamente.
A punto de estallar en lágrimas, el chico vio lo que parecía ser la primera carta escrita por ella, mientras la agarraba pudo leer en el exterior del sobre:Fede, primera carta.
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Nuestra kenopsia
Romance• Después de una dolorosa ruptura amorosa en el intento desesperado de sanar la herida; una chica decide escribir un par de cartas al que un día fue el amor de su vida, pero ahí es donde se da cuenta que su sufrimiento no era único después de todo...