Capítulo Catorce

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—No puede ser, ¿seguro qué está por aquí? —cuestionó un chico de cabellera pelirroja, entre la oscuridad del bosque con la linterna de su celular encendido.

—Si, bueno, la última ubicación que tengo de ellos es cerca, no se si se movieron de lugar —se lamentó un poco Jaehyun. Realmente espera, ansia, implora y desea encontrarlos rápido. No podría soportar que algo malo le pase a esos dos Omegas.

Caminaron durante unos minutos hasta que llegaron a un árbol, el menor se detuvo y el mayor lo miró confundido.

—¿Qué?

—Hasta aquí nos lleva —sentenció y empieza a mirar hacia todas las direcciones posibles.

—Jaehyun, ¿eso de allá no parece un auto? —señaló Yuta a lo lejos y juntos corren para verificar este hecho —Es el auto de los padres de Taeyong.

—Y no hay nadie —concluyó el castaño preocupado.

Juntos revisan y resulta que el auto está abierto con las pertenencias de todos ahí, dando a entender que su día de picnic acabó y cuando pensaban irse algo debió de haber pasado.

Jaehyun se toca su pecho sintiendo un extraño dolor inusual, es como si ese "alguien" estuviera en peligro. ¿Taeyong?
Se angustia de solo pensarlo ¿y si se toparon con aquellos Criminales desconocidos que han violado y matado Omegas entre estos días? No quería pensar en lo peor.

Escucha un extraño sonido a lo lejos, algo mínimo pero parecen unos golpes, no está seguro. Mira a Yuta y éste parece también haber escuchado lo mismo. Con una seña de parte del mayor se dirigen al bosque. Mientras más pasos dan los sonidos ajenos se vuelven claros, hasta que gracias a la luz de luna y las resplandecientes estrellas lograron visualizar unos cuerpos justo al lado de un gran lago.

Un disparo resonó.

«Sálvame» Una extraña voz entró en lo profundo de Jaehyun, a su mente, en su corazón, dejando a su lobo totalmente inquieto.

Jaehyun de forma inconsciente dio un paso al frente, su cerebro desconectado con su cuerpo moviéndose automático sin su permiso. Pero es Yuta quien lo toma fuerte del brazo, tanto que hasta le lastima. Se giro confundido y ve como los ojos del japonés brillan en la oscuridad, es extraño.

De pronto el sonido de sirenas llamó su atención, es la policía.

Llegaron autos derrapando con rapidez entre la tierra y arbustos, se detuvieron y salieron policías totalmente armados.

—¿Qué? ¿La policía? ¿Quién llamó a la policía? —exclamó uno de los criminales levantando el arma y apuntando a los líderes de la justicia.

—El arma en el piso y las manos en el aire, ¡ahora! —gritó un policía.

Intentaron escapar e incluso cuando tiraron a Taeyong al piso, ahí fue cuando los dos Alfas pudieron ver a su amado, herido y asustado.

Un Omega Para Jaehyun [Jaedo]  Donde viven las historias. Descúbrelo ahora