(NOVELA ACTIVA)
El final de la estudiante de honor académico en Hogwarts, Hermione Jean Granger, dio un giro inesperado cuando abandona el ministerio a sus treinta y seis años y se presenta como profesora en el colegio Hogwarts de magia y hechicería...
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Léa Malfoy
Llegaba tarde, MUY tarde.
La noche anterior los chicos recompensaron mi supuesta detención nocturna ya que dije que me habían descubierto la noche de la fiesta con el repugnante de Noder y me habían castigado con tener que ayudar a Hagrid con unos animales nocturnos en el bosque prohibido.
Sinceramente no supe cómo llegaron a creerlo y caí en la cuenta de el porqué mis amigos no estaban en Ravenclaw.
Eso menos Scorpius, era mi hermano, me conocía perfectamente y además, era astuto, no digo que el dudara de mi palabra cuando yo les conté aquella mentira premeditada, si no que los demás se burlaron y Scorpius también lo hubiese hecho y yo hubiera terminado dándole una colleja en la nuca, pero cuando conté aquello y Brandon y Albus se reían abiertamente de mi y Annne me hacía preguntas seguidas de porqué me estaba enrollando con Noder, Scorpius solo frunció un poco el ceño, sin decir nada me dio una última mirada y se marchó.
Tampoco es agradable que tu hermana te diga que al chico que le diste una paliza por haberla humillado, ella hubiese vuelto a liarse con él en un pasillo después de pasarse los días de su existencia maldiciendolo no era plato de buen gusto.
...
La noche anterior todos juntos bebieron sin parar mientras se reían de sus desgracias, sobre todo Anne, que hablaba de que no le hacía ninguna gracia ver en la cena de Navidad a sus tías chismosas que le hacían un interrogatorio en cada cena familiar que tenían y después restregaban como los primos de Anne ya habían encontrado trabajo, cuando lo más probable es que aún no hubiesen mandado las solicitudes de empleo, pero en fin, con tener madres así de insufribles era lógico que sus primos quisieran cerrarle la boca rápido.
Navidad...
Cenas familiares...
Esta era la época más dura que se venía para los Malfoy, eran los que verdaderamente tenían una desgracia encima y en esta época más que nunca era cuando se hacía presente.
Léa se lo había dicho a sus amigos más de una vez y es que odiaba las vacaciones ya que equivalía a volver a casa y eso significa dolor y por supuesto que ese dolor no desaparecía cuando estaba en Hogwarts pero allí junto a sus amigos y sin tener que presenciar la soledad de su casa y los ojos vacíos de su padre, todo era más llevadero.
Aunque era una situación algo contradictoria, ya que por otra parte necesitaba volver, tener a su padre entre sus brazos aunque fuesen unos cortos segundos y después le contaría a su padre como le estaba yendo el curso.
