Somos pareja parte 1

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Se miraron antes de volver a entrar a la finca, ella asintió. Después de que la había besado Shinobu, no volvió a pronunciar palabra alguna. Aparte de pedirle que parará. Por lo normal le estaría tomándole el pelo.

Sin embargo, aceptó volver a la finca sin objeciones. El problema era que se sentía preocupado; podría ser qué se excedió con lo del beso. Aunque era consciente de que le correspondió por decisión propia.

Pese a todo eso, el pilar del agua ya había armado todo un plan; seguirá el concejo de Uzui, nunca jamás lo admitiría ante nadie. Pero jugaría sucio; iba a seducir a su esposa. Su plan era ir de apoco hasta lograr que ella quisiera más. Tenía la gran ventaja que conocía cada punto de su cuerpo y sabía perfectamente que le gustaba.

Giyu Tamioka, no era idiota y a pesar de que sus celos le ganaron. No bajaría la guardia, era un hecho para el que ese tal "Shiba", tenía sentimientos por su mujer. No se descuidaría, menos ahora con su relación se encuentra en un punto tan inestable.

La miró de nuevo y le pareció que estaba un poco distraída-. Te encuentras bien -preguntó preocupado, pero ella estaba pegada mirando al cielo tan distraída que no notó que le hablo- ¡Shinobu! -Volvió a llamar poniendo su mano sobre su hombro-. ¿Te encuentras bien?

–Oh... Lo siento, Tamioka-san, no estaba prestando atención. ¿Qué me decías?

–No hay problema, solo quería saber si estabas bien.

–Sí, solo estoy un poco cansada –admitió–, discúlpame con tu maestro, pero iré a dormir.

–¿Quieres que te acompañe? –dijo preocupado, pero la mujer de ojos violetas le sonrió de manera amable, negando.

–Buenas noches, Tamioka-san –dijo antes de marcharse.

Giyu, estaba preocupado sabía que algo le pasaba, pero no sabía el qué. Espero un rato antes deentrar, necesitaba pensar un poco. Ya para cuando entró la mancio encontró todo silencioso. Seguramente era más tarde de lo que pensó, caminó hasta su habitación y se encontró con su maestro durmiendo, cerró la puerta rápido, sin hacer ruido.

Fue hasta las otras habitaciones, pero en una dormían las trillizas, en otra Aoi. Genial justo hoy todos se había quedado en la finca, por último fue otra habitación y en esta estaba Tanjiro, estuvo apuntó de entrar, pero escuchó la voz de Kanao, ni siquiera se iba a dar la molestia de pensar nada. Simplemente se fue.

También sabía que en el fondo: que a su maestro le parecería sospechoso que no durmieran en la misma habitación.

¿Qué podía hacer?

Bueno, le pediría el favor de poder dormí en su habitación, no tenía muchas opciones, caminó hasta su puerta, la abrió sin tocar antes, no se arriesgaría a despertar a su maestro, que prácticamente estaba en la habitación del lado.

Apenas entro vio a Shinobu, completamente dormida se veía relajada. Eso lo tranquilizó un poco. Sacó un futón de su armario y se recostó en el extremo opuesto de la habitación. No quería ser hombre muerto, si ella se llegaba de despertar en medio de la noche.

No pudo evitar observarla y ver como su pecho subía y bajaba al compás de su respiración, no supo en qué momento fue que se durmió.

–¡Onee-san, dónde estás! –gritó Shinobu.

Giyu, abrió los ojos de golpe, alarmado se acercó a ella, estaba llorando, era una pesadilla. Con delicadeza la atrajo a él abrazándola. Conocía sus pesadillas y como lograr despertarla, sin que se sobresaltará.

-Shinobu –llamo con suavidad mientras la movía un poco. Finalmente, ella Abrió los ojos, noto enseguida que estaba aturdida.

–Tranquila fue solo un mal sueño -se apresuró a decir con suavidad, él la tenía abrazada, ella apoyó su cabeza sobre su pecho.

Estuvieron un rato así hasta que logro articular palabra–. Por qué me tienes abrazada –preguntó sin malicia, aún seguía descompuesta por la pesadilla.

–Entre a dormí a tu habitación –revelo– Por eso apenas gritaste te escuché. Te logró despertar esta forma cuándo tienes pesadillas.

–¿Siempre me pasa?

–No, algunas a veces, soñaste con tu hermana.

Lo miró afligida -Fui a verla.

–¿Cómo es eso?– . No pudo ocultar la sorpresa que le produjo que digiera eso, acaso todavía no despertaba del todo.

–Cuándo preguntaste dónde estaba fui al cementerio -trato de explicar.

–Oh... ya entiendo –dijo apoyando su barbilla en su cabeza-, hace mucho no ibas a verla, ¿verdad? –Por eso seguramente estaba tan rara, siempre que tocaba el tema de Kanae, se ponía de esa forma.

–Sí –dijo un poco melancólica–. Lo siento, Tamioka-san, siempre te toca ver mi peor parte.

No pudo evitar sorprenderse, le molestaba qué pensará así. Pero, no podía regañarla ahora, menos en su estado y no después de haberse reconciliado hace tan poco rato.

–Sí, vuelves a decir eso voy a besarte –molestó y su reacción fue al instante, ella escondió su cara avergonzada sobre su pecho–, tal vez te ayude a pensar mejor querida.

–Me pones nerviosa cuando dices cosas así –admitió apenada.

–Lo sé y me gusta. Me da esperanza de que algo te provocó.

–Hablas como si estar conmigo fuera lo mejor del mundo. Eres bueno, podría evitarte el problema conmigo y buscar una mujer más fácil que yo.

–No de nuevo Shinobu, ya quedó claro que eso no está en mis planes. Además, me encanta estar contigo.

–No lo sé, tal vez sea por el tiempo juntos -lo intento convencer.

Levantó su cabeza y la agarró del mentón–. Lo de besarte no era broma.

–Yo... no –no pudo terminar. Él se había apoderado de sus labios, rozándolos.

–Sí, vuelves a decir eso te volveré a besar, hasta que sienta que ordenaste tus ideas-. Dijo mientras se separaba de ella.

Shinobu, colocó sus manos sobre sus labios, sonrojada. Por su parte él estaba disfrutando de verla actuar así.

–Tamioka-san, para –pidió con su mano sobre su boca, apenas audible.

Mente fría, era tan difícil parar cuando se lo pedía de ese modo–. Quieres qué me vaya, para que puedas dormir –preguntó contra su voluntad.

–No, pero no me beses ahora.

–¿Por qué? –solo preguntó por inercia, se quedó embrujado mirándola.

–Estoy un poco cansada la verdad Tamioka-san, ¿podríamos intentar dormir?

–Entiendo –dijo con tranquilidad, lo mejor era que descansara había tenido un día largo, dejando fuera toda su pelea de por si. De apoco la soltó de su agarré, antes que se pudiera separarse por completo de ella, lo agarró de la manga de su yukata.

–Te puede quedar a mi lado –dijo sin mirarlo a la cara.

–¿Estás segura?

–No quiero dormir sola –admitió avergonzada, él no pudo evitar sonreír internamente.

–Entiendo –se limitó a decir, la conocía y sabía que lo necesitaba.

Ella hizo espacio para que me acostará a su lado. Apenas se acomodó, tocó su mejilla de forma cariñosa–. Buenas noches, Shinobu.

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Hola criaturas bellas, le dejo la continuación del fic, la verdad me he tomado tres capítulos, que prácticamente trata de ellos hablando, es necesario ya que voy a empezar a desarrollar el problema central de la trama.

Por otra parte, espero que les guste este cap, ya es el 15 no pensé que durará tanto la historia, todavía no tengo claro cuanto más durará, pero estamos como entrando a la mitad.

Bueno y como siempre nos leemos, hermosas cosas que lee mis cosas de esta cosa.

Aquí estoy, Shinobu Donde viven las historias. Descúbrelo ahora