PERSEA FORKS © - La Gracia de Artemisa

PERSEA FORKS - Un último deseo

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PERSONA OMNISCIENTE

Y de pronto, de las penumbras de la noche, de las nieblas que los acechaban, Lyra presintió el acercamiento de seres no identificados, su corazón se aceleró y ella saco su arco protegiendo a Nico Di Angelo y a Ezio, se puso frente a ellos mientras dejaba que Nico hiciera lo que fuera que hacía y le daba tiempo, creyendo que tal vez se trataría de algún ser intruso, Lyra estiró el arco y la flecha brillante apareció en él, tres sombras aparecieron en la niebla y caminaban a tal punto que cada uno de esos pasos parecían los latidos fuertes del corazón de Lyra, apuntó.

Y esos tres seres salieron de la niebla. Lyra se escandalizó en su interior, eran como si hubieran sido sacados de una película de terror, eran fantasmales, transparentes y de un color verde pero oscuro, sus ojos era dos grandes huecos y flotaban sobre el suelo, vestían con largas túnicas y tenían cabellos largos, sus bocas estaban abiertas y escuchaban quejidos de su parte, era terrorífico, demasiado y más cuando se acercaron y atravesaron el cuerpo de Lyra y Ezio, ambos sintieron como si esos seres les llevara su alma, dieron la vuelta una vez que los tres lo atravesaron y miraron a Nico Di Angelo, los fantasmas lo rodeaba y él aún se mantenía con sus ojos cerrados, pronto vieron especie de liras, violín y tambor, aparecieron fantasmalmente en cada uno de ellos y daban vueltas alrededor de Nico Di Angelo y entonces se escucho una canción, una melodía.

— Δηλώστε το αίτημά σας, Βασιλιάς των Φαντασμάτων, γιε του Άδη, πρίγκιπα του Κάτω Κόσμου —

— Declare su petición, Rey de los Fantasmas, hijo de Hades, príncipe del Inframundo —

Nico abrió entonces sus ojos y las rayas negras que sobresalían de su rostro se intensificaron aún más, algo que hasta ahora Lyra veía y realmente le preocupaba lo que fuera a suceder, Nico tenía sus ojos tan negros como la oscuridad misma, con dos pupilas que dilataban de un gris incrustado en lo oscuro, Nico bajo su mano sobre el cuerpo de Mylonas y los fantasmas lo siguieron— Mylonas, el rey de los fantasmas te llama, levántate y rinde tu tributo frente a mí —y a tan corta distancia del pecho de Mylonas, Nico Di Angelo golpeó su pecho y provocó que algo saliera de él o tal vez de más abajo que el cuerpo del propio Mylonas, pues hacia mucho que había muerto.

Era verde oscuro, pantanoso, con barba corta y túnica, cabello desgreñado y cuerpo flotante, pero era Mylonas.

— mandé mi rey —y hablaba tan lento como para seguirle el paso, Nico entonces hizo un amagó con sus labios.

Ezio estaba en tanta confusión como lo estaba Lyra, ambos veían el ser espiritual de Mylonas y parecía tan nublado y arrebatador de sueños como tendían a ser los fantasmas descritos en los libros.

Ezio musitó— señor Mylonas —

Y Nico Di Angelo advirtió al fantasma— una sola oportunidad, ve y despídete del niño correctamente y dile tu último deseo —Mylonas entonces entre confundido y triston miro a su alrededor y encontró con su mirada vacía a Ezio, sus ojos ya no estaban, pero si estaba lo demás en forma fantasmal.

— ¿Ezio? —cuestionó al verlo el señor Mylonas, pero Ezio no sabía cómo reaccionar frente al fantasma de su amigo y más frente a un ser que no poseía ojos.

Ezio bajo su mirada y tragó fuerte frente a la situación, trataba de sacar valentía aunque parecía que estaba empezando a acabarse.

— se-señor Mylonas, yo no sabía que usted estuviera aquí —dijo apenado Ezio— sino habría venido en su ayuda —

Mylonas dibujó una media sonrisa— muchacho, no es tu culpa —

Ezio suspiro— perdone por no venir a su ayuda, en serio perdón, debí haber venido con usted —