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—¿Mmh? ¿Mi esposo? Está cocinando, no me gustaría molestarlo

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—¿Mmh? ¿Mi esposo? Está cocinando, no me gustaría molestarlo.—Freddy habló, pasando en frente de la cocina y viendo que su esposo cortaba algunas verduras. Freddy hablaba por teléfono con su madre, quien le dijo que quería hablar con su esposo, o sea Chip.

Acercándose a ver qué hacía ahora. Chip lo miró sonriéndole, dándole un beso rápido en la mejilla antes de seguir cocinando.

—¿Quién es, precioso?—Preguntó en voz baja. Freddy le mostró, dejando que vea que era su mamá la que llamaba.—¿Quiere hablar conmigo tu mamá, chiquito?

—Uhm...-Se quedó esperando a que su madre terminé de hablar.—¿Todavía quieres hablar con Chip?—Preguntó. La mujer solo aceptó, así Freddy puso en altavoz el teléfono ya que el mayor no podía al estar ocupado con sus manos.

Así Chip comenzó una pequeña plática con la madre de Freddy. A veces le daba algo de miedo e intimida la voz tan segura de la mujer cuando le habla. La madre de Freddy imponía un gran respeto sobre todo.

—Aah... No, no, no tengo ningunos planes de llevarme a Freddy a México otra vez. Ya hablé con él y por ahora no es seguro que él viaje conmigo.

¿A qué te refieres con que no es seguro?

Chip se quedó pensando.
—El estado de dónde vengo no es tan seguro. No quisiera poner en peligro a Freddy para nada.—Respondió con eso, riendo nervioso después
.—Usted sabe que siempre he cuidado de su hijo con toda mi vida, aquí y en dónde sea.

Freddy miraba a su esposo con una linda sonrisa, dándole otro beso pero en los labios para tranquilizarlo, no quería que se ponga nervioso o se asuste. Él entendía bien el porque no podía ir con él a México.

Entiendo. Ojalá un día puedas traer a tu madre para tener una cena familiar, los cuatro.

—Claro que si, señora.

Bien. Fue un gusto hablar un poco contigo, Chip. Cuida de Freddy, recuerda que mañana lo tienes que llevar a su terapia y a su revisión de salud.

—Si, no se preocupe.

Despidiéndose de ella, colgó la llamada, logrando respirar tranquilo ahora. Freddy rió suavemente, jalandole de la mejilla.
—¿Por qué te da tanto miedo mi madre? Ella te quiere aunque no lo notes.

—¿Neta? Parece que me odia cada que me ve.

—Oh, así es el rostro de ella.

—... Ya ví de dónde sacaste esa carita de mamón que traes a veces. Pareces que vas a matar a alguien con esos ojitos.

Freddy hizo un puchero, dándole un golpe en el brazo que más bien fue una palmada. Chip rió con eso, dándole un beso en los labios.

—Tienes suerte de ser muy guapo y que te ame demasiado. Si hubieras sido otro hombre ya me hubiera molestado de verdad.—Explicó.

—Deja tu lo guapo, wey, se voltear la tortilla con la mano.—Se lo mostró de la manera más sencilla, haciendo lo que comentó.—¿Ves? Tu esposo no es pendejo... Puedo verme, pero no soy, chiquito.

Freddy rió lindo, dándole varios besos en la mejilla. Chip hizo lo mismo, otorgando todo su cariño hacia el bonito rostro de su esposo.

—Ahora si, déjame terminar la comida, mi amor. Te llamaré cuando esté listo.—Le avisó, dejando que se vaya a terminar su trabajo. Freddy asintió, yéndose a su oficina que tenía en la residencia.

𝘾𝙊𝙊𝙆𝙄𝙀𝙎 𝘼𝙉𝘿 𝙆𝙄𝙎𝙎𝙀𝙎 | frechip.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora