Capt 1: Te conocí

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En un pequeño pueblo de España llamado Toledo vivo yo, una chica de 17 años , morena, delgada pero no al punto de parecer cadáver, tenía mis vueltecitas, mi nombre es Tatiana, si,  tengo nombre de chica buena e inocente, pero resulto ser todo lo contrario, mejor no adelanto nada y continúo con mi historia

Antes todo era más divertido, desde que mi mejor amiga se mudó a Madrid ya veo la vida de otra forma. Mi madre viajó al extranjero con su nueva pareja y a pesar de que me ama tanto como ella dice ya no es igual que antes.
Pero no todo es tan malo, hoy va a ser un día especial, lo presiento.Me he pasado toda la tarde buscando que ponerme para ir a un cumpleaños, detesto los cumpleaños pero todo sea por Elionor una de las pocas amigas que me quedan aquí, no es la mejor pero al menos lo intenta.
Al final me decidí por un vestido de cuero que me regalo mi mejor amiga antes de irse, si fuera por mi vivieria con él puesto, es lo único que me queda de ella, a pesar de que mantenemos contacto no es lo mismo, a penas nos vemos y mi conexión aquí no es la mejor. Combiné el vestido con unas botas de suela ancha y unas pantis de huecos, soy algo extraña y Luciana lo entendía, ese es su nombre y es lo que más amo en la vida después de mi familia.
Llegaron las 10:30 pm y Elionor tan puntual como siempre llamaba a la puerta. Sus gritos de LLEGÓ TU BEST FRIEND se escucharon en todo el vecindario. Llevaba un vestido azul que resaltaba sus enormes pechos y unos tacones de talla alta.
Estuvimos tomando tequila hasta que dieron las 12:00 AM, ya ni de mi nombre me acordaba, fue ahí cuando lo vi, al amor de mi vida, el chico más guapo que había en la fiesta, si, tal ves estoy exagerando, era como otro cualquiera. Su aire de superioridad me hacía odiarlo y a la ves derretirme por él.Se dio cuenta de que lo estaba violando con la mirada porque se me acercó y me invitó a bailar. Detesto bailar pero entre el alcohol y que Elionor se había ido con un chico me estaba empezando a aburrir así que acepté.
Después de darnos cuenta de que no podíamos hacer más el ridículo bailando nos fuimos a un lugar más tranquilo.
Caminamos hacia un lago que habia cerca de la casa de la fiesta, todavía se podía oír la música y las risas de las personas empedadas. Eran la 1:30 am y decidimos sentarnos en el muelle del lago, fue ahí cuando decidimos entablar una conversación de más de dos palabras.
—Me he dado cuenta que no se tu nombre— dije entre risas

—Me llamo Alan

—Tienes nombre de persona importante y no tienes cara de ser de por aquí
—Vine a visitar a unos primos, me dijeron de la fiesta de hoy y como la conexión en este lugar es horrible y no tenia más nada que hacer, vine.
Por alguna extraña razón empecé a tener un ataque de risas, fue tan fuerte que no podía respirar, fue de locos.
El rostro de preocupación de Alan comenzó a ser notorio, me cogió por los hombros y comenzó a gritarme como si pensara que iba a morir.
—¿Estas bien ?, dime algo, respira!!— Comenzó a gritarme
Luego de unos segundo la risa se fue y empecé a respirar con normalidad.
Luego de unos segundos de la risa se fue y empecé a respirar con normalidad. Miré a Alan y le dije.
—Seguro piensas que estoy loca de atar—
—Algo— me dijo y comenzó a reír

Tal ves fue por el alcohol o quizás por que sus labios me llamaban cada vez más pero lo besé, y no fue un beso delicado, fue uno de esos en los que se te van la vida.

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